Campañas: archisabidas mentiras; pobrecitos todos

Observatorio

Antonio Rosario

La vida de los tamaulipecos está marcada por la condenación política de la más inmunda corrupción criminal.

Y de la violencia más brutal con la que sexenio tras sexenio han perpetrado los partidos políticos en el poder.

Dejando tras de sí un territorio sombrío y temeroso de que los criminales regresen a empeorar el caos.

“Mejor vivamos como se pueda”, son las voces de los tamaulipecos que murmuran como viviendo en cautiverio.

Desde este lunes hay montones de sujetos vulgares hablando tantas pendejadas al gentío, que ni sus abuelitas les creen. Les llaman campañas.

¿Habrá, y no es broma, algún héroe entre esos montones de candidatos?

¿O son los mismos verdugos disfrazados de paladines de la justicia, cuyas difundidas pasiones por el dinero de los contribuyentes se presentan a burlarse de los electores?

Otra es que el fermento del rencor social venga de milagro a ser la glorificación de los “nuevos candidatos”. Que cumplan las promesas.

Pero se duda mucho pues están emperrados a tratar al pueblo como los españoles trataban a los indios.

A quienes no bajaban de ladinos y huevones.

Ahora les ven la cara de rancheritos del Topo Chico.

¿Asistiremos por enésima ocasión al deceso de las ideas justicieras?

Muchos saldremos a las puertas de la casa a divertirnos viendo pasar a  tanto gañán.

Una racita adicta al caos verbal.

A repetir hasta la histeria las mismas campañas. Para muchos algo de diversión en vivo.

Pero nada que se parezca a los espectáculos de López Portillo, Carlos Salinas y Vicente Fox.

Pobres. Ni creativos tienen.

Pobres de nosotros también.

antoniorosarioh@hotmail.com