Venezuela: ¿a quién creerle?

María Antonieta Collins

No hay sitio mejor en los Estados Unidos para entender lo que Venezuela vive en estos momentos que en esta ciudad, casi dentro de Miami, que la zona de El Doral, a la que por su población se le llama «Doralzuela». Aquí hace más de una década que los venezolanos exiliados han hecho estas tierras suyas.

Se comen aquí los mejores «perros calientes», como se saborean en Caracas, o en La Victoria o en Maracaibo o en Valencia, y por supuesto se palpa el ambiente de incertidumbre por la ausencia del presidente Hugo Chávez. Del Doral a Coral Gables el tema domina. Leo Pérez es un venezolano en cuyo negocio los comentarios surgen a flor de piel y donde las preguntas que se hacen él y sus paisanos son las mismas: ¿Creemos lo que dijo el vicepresidente Nicolás Maduro o, a quien creer sobre la situación física del presidente?

«Sería un gran beneficio -dice- que se pudiera saber algo, si está o no incapacitado legalmente, porque si físicamente no puedes ejercer desde la oficina del Palacio de Miraflores, entonces es inconstitucional que pretendas ejercer el mandato desde el extranjero.»

Y dice más:

«Me parece una grosería que el gobierno cubano ampare y reestructure nuestro gobierno desde La Habana, ni que estuviéramos hablando de la época del bloque soviético. Aquí hay una gran verdad: Si Chávez pudiera hablar, ya lo hubiera hecho. Si él estuviera bien o fuera capaz de pronunciar palabra alguna, hace rato que hubiera salido. ¿Cuál es el sentido de estar perdido? ¿Para medir fuerzas? Si ya ganó las elecciones y el poder es suyo por seis años más. Es claro que sucede algo más».

Otro venezolano que escuchaba, se suma al grupo:

«No me importa si está bien, mal, o regular de salud, el caso es que si no puede ejercer su mandato, aunque en el peor de los casos, aún no se sepa nada físicamente de él, legalmente quedan sólo unos cuantos días para que se presente a tomar posesión. El problema de la arrogancia de muchos políticos es pretender ir por encima de la Constitución, y hay algo claro en las sociedades civilizadas: en el mundo entero ninguna ley puede ir afuera de la Constitución, y todos los pasos que el gobierno de Maduro ha hecho, hasta ahora, son inconstitucionales».

Las peticiones de los venezolanos de la Florida son variadas:

«El gobierno tiene que informar sobre la salud física del presidente», dice uno. «Es nuestro derecho constitucional saber cuál es el estado de salud del presidente», acota otro. «No deben seguir ocultando el estado de salud del presidente». «Mientras más pronto lo declaren incapaz para ejercer sus funciones, más fácil será la solución, es decir, llamar a elecciones».

Lo cierto es que circula por la Internet algo que hace meditar sobre el poder de la palabra hablada.

Es un video del año 2004 y en donde un Hugo Chávez desafiante fue más que claro en decirles a los venezolanos sus planes políticos:

«Yo participaré en las elecciones del 2006, lo que nos tendrá en el poder hasta enero de 2013, ni un día mas». Chávez se ve en el video vehemente, gesticulando con las manos y terminando de reafirmar: «Más allá, no».

El calendario marca que enero de 2013 ha llegado.

Y hoy, esas declaraciones podrían cobrar otro significado salpicado proféticamente.