Los jóvenes ya esperan heredar de los ‘baby boomers’: 3 pasos para estar preparado para ello
La generación de los ‘baby boomers’, que suele enmarcar a todos los nacidos entre los finales de los años 50 y de los 70, comenzará pronto a donar su riqueza a las siguientes generaciones. De acuerdo con el Asesor Financiero de CNBC, los ‘boomers’ cuentan con la mayor cantidad de riqueza acumulada de entre todas las generaciones existentes, con un total estimado de en torno a 68 billones de dólares.
Un estudio de diciembre muestra que alrededor del 50% de los ‘millenials’ espera recibir una herencia. Sin importar si esta cumple con sus expectativas, todo el mundo debería estar preparado para gestionar un potencial dinero ‘caído del cielo’, de acuerdo con la periodista económica Kamaron McNair.
1. Planificar según las expectativas
Si bien es cierto que quien deja la herencia puede o no comentar dicha situación al heredero, o al menos no especificarle con datos y cifras, lo cierto es que hacerlo permite al receptor crear un plan para gestionar adecuadamente ese patrimonio. La organizadora financiera Danielle Miura, especializada en el asunto, anima siempre a sus clientes (y a los familiares de estos) a tratar el tema por adelantado. Y una parte importante de esa charla consiste en lo que significará para el receptor esa herencia.
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«Hablamos de saber qué opciones tienes disponibles, porque si se trata de un pago único de dinero o activos, tienen más opciones, pero a veces estas dan más problemas de los que se pensaban en un principio», comenta. Y es que más allá de las potenciales obligaciones fiscales, una herencia en dinero puede sonar como algo jugoso para el receptor, pero también aumenta el riesgo de que estafadores e incluso otros familiaresintenten aprovecharse de la situación.
Esto quiere decir que el conocimiento de una inminente llegada de dinero puede ayudar a prepararse mejor. «Hablando con el padre o con el individuo, así como con el receptor del patrimonio, planificar con anterioridad los pasos para gestionarlo puede ayudar a estar correctamente preparado», añade.
2. Separar las emociones del proceso
Lo primero, una herencia suele seguir a un suceso triste (como la pérdida de un ser querido), y ello implica a las emociones en el tema, dificultándolo. «Mucha gente no se da cuenta de que al pasar por estos sentimientos suele tomar decisiones erróneas», explica Miura. Su consejo es simple, el receptor debe asegurarse de que ha asimilado la situación que implica que vaya a recibir ese dinero, para asegurarse de que nada perturbe su toma de decisiones financieras.
«Suelo hablar con mis clientes acerca del tiempo que tienen para ello. Les pido que aparten los activos, que los mantengan en la cuenta que quieran, pero que los dejen de lado para así asegurarse de que pueden lamentar la pérdida adecuadamente y luego tomar las decisiones que más le convengan», dice. Y es que a las emociones por la pérdida se suman las que crea la llegada del propio dinero. Miura añade que algunos incluso sienten culpa al recibir una herencia bajo el compromiso de tener que trabajar duro para aumentar el patrimonio.
Sin embargo, y aunque admite que acudir a un asesor financiero puede ser útil en estos casos, Miura prioriza pedir ayuda a un terapeuta financiero u otro tipo de profesionales que ayuden a gestionar la cara emocional de beneficiarse por la pérdida de alguien a quien se quería.
3. Lo primero son las necesidades
Si bien la experta afirma que la decisión de cómo usar una herencia es algo totalmente personal, y dependerá de la cantidad y las características de esta, la misma pide siempre comenzar por cubrir las necesidades básicas. Por ejemplo, suele preguntar al individuo por deuda con elevados intereses o por fondos de emergencia.
A parte de eso, plantea la siguiente cuestión: «¿Qué es más valioso para ti? Amortizar el lugar en el que resides actualmente o añadir fondos a tu jubilación, o quizás irte de vacaciones?» Miura suele recomendar que se gaste parte de esa herencia en hacerse un regalo, como unas vacaciones o comprar algo importante que se valore, pues al fin y al cabo una herencia en sí es un regalo.
«Solo porque tus padres te hayan dicho que no compres un coche caro, o que no te gastes mucho en ti porque debes ser frugal, ellos también quieren que seas feliz, ¿Verdad? Dirigir parte de la herencia hacia algo que te haga feliz te ayudará a crear memorias y a ser agradecido por lo que tienes«, explica la misma.