¿Y ahora qué hacemos con el coronavirus?

La pandemia en México está en su punto más bajo. Las autoridades sanitarias señalan que el virus va en descenso desde hace más de dos meses. El país no ha conseguido aún llegar a un día con cero muertes por covid, pero las defunciones son cada vez menos, así como los contagios, las hospitalizaciones y el protagonismo de los voceros gubernamentales. Muchos familiares, amigos y conocidos se han contagiado o han perdido a alguien y casi todos se han vacunado al menos una vez, sobre todo en entornos urbanos. Tras dos años de planes frustrados, de regresos presenciales a las oficinas y a las escuelas que vienen y van, y de desgaste llega el corte de caja: ¿Qué va a pasar ahora con la vacunación? ¿Qué esperar de la próxima variante? ¿Hasta cuándo conviene seguir usando el cubrebocas? ¿Cuánto falta para el fin de la pandemia? ¿Y ahora qué sigue? Nora Martínez Gatica, epidemióloga y especialista en Salud Pública de la Universidad Nacional Autónoma de México, contesta esta batería de preguntas.

¿En qué punto estamos de la pandemia?

“Estamos en el fin de la tercera ola”, responde Martínez Gatica. Los primeros dos meses del año estuvieron marcados por el impacto de ómicron. Se rompió varias veces el récord máximo de contagios diarios y el máximo fue el pasado 19 de enero con más de 60.000 casos, aunque las muertes y hospitalizaciones fueron menos que en otras olas gracias a la vacunación. La especialista, sin embargo, advierte de que el fin de la tercera ola no es el fin de la pandemia y que en los próximos meses será más común ver epidemias locales, en regiones específicas del país. “En un tiempo más podremos hablar de una endemia, pero todavía no llegamos ahí”, comenta. Martínez Gatica señala que se necesita más tiempo y mayor inmunidad, ya sea por contagio o por vacunas, y que hay que analizar el impacto de nuevas variantes. “Este virus no va a desaparecer, no hay que olvidar eso”.

Si en otros países ya se están levantando las restricciones, ¿se puede esperar lo mismo en México?

“No debemos compararnos con otras poblaciones que viven bajo condiciones muy diferentes a las nuestras, que tienen características poblacionales diferentes, una distinta cobertura de vacunación y una capacidad económica distinta”, dice la especialista sobre Europa y Estados Unidos, donde se hicieron más pruebas y la vacunación fue más intensa. En algunos países, por ejemplo, ya se habla de una cuarta, quinta o sexta dosis. “En México la distribución de vacunas fue desigual en muchas zonas”, afirma. Nuevo León decidió relajar las medidas desde mediados de febrero, sin que hubiera consecuencias graves. Pero no es una flexibilización en automático. En un país de 32 Estados y más de 1.500 municipios, Martínez Gatica apunta a que se privilegie un enfoque local. “Incluso dentro de México existen estas diferencias, que se reflejan en la distribución de las variantes o en el aumento de casos”, asegura. “Puede ser que haya picos de casos en el norte, pero no en el centro y eso es parte del camino hacia la endemia”, agrega.

¿Por qué es importante mantener el uso de cubrebocas?

La especialista afirma que el uso de cubrebocas es una medida de protección fundamental y que es importante mantener esa precaución en vista de otras particularidades en México, como la ausencia de restricciones de viaje y la decisión de no extender la vacunación masiva en niños. “Si podemos seguir usándolo lo más posible, mejor”, recomienda. Otro factor importante es la llegada de la subvariante BA.2 de ómicron, así como la aparición de nuevas variantes.

¿Qué es la subvariante BA.2?

Es una versión de ómicron que es todavía más contagiosa, explica la especialista. Aún no hay casos de esta subvariante reportados por las autoridades. “Seguramente va a estar aquí en un par de semanas”, señala. Resultados preliminares de un estudio en Hong Kong indican que BA.2 puede causar infecciones severas en niños. Varios medios estadounidenses, donde ya es el tipo de virus predominante, se han hecho eco de esos hallazgos, aunque no hay pruebas contundentes todavía ni consenso entre la comunidad académica sobre su gravedad. “Tenemos que estar atentos y tomas las precauciones que se puedan para evitar contagios”, afirma. Lo positivo es que los cuidados preventivos son los mismos: las medidas sanitarias que ya se han adoptado han demostrado ser efectivas también contra BA.2.

¿Qué va a pasar ahora con la vacunación?

La recomendación de los especialistas es vacunarse y recibir un refuerzo, incluso si se ha contagiado recientemente. En pocas palabras: si no se ha vacunado y puede hacerlo, vacúnese. En lo que toca a la estrategia de vacunación hay varias cosas por definirse en México, de acuerdo con la especialista. Lo primero es decidir cada cuánto se van a aplicar las vacunas: si serán dosis anuales o si serán más frecuentes, como en otros países. Tampoco se sabe si habrá un énfasis especial en grupos vulnerables por edad o por comorbilidades. Otro asunto es la decisión de utilizar solo un tipo de biológico o si se seguirá teniendo varias vacunas en el portafolio y si se van a utilizar vacunas que ya no estén desarrolladas a partir del virus original, el que se identificó en China. “Eso lo sabremos pronto y tendremos que apegarnos a las recomendaciones internacionales”, sugiere Martínez Gatica.

¿Qué se puede esperar de las próximas variantes?

“No creo que volvamos a estar en un confinamiento como al principio”, dice la epidemióloga. “Aunque puede haber nuevas olas, por supuesto”, agrega. La especialista critica que la vacunación se ha concentrado, sobre todo, en pocos países y eso hace que muchas personas del mundo sigan vulnerables al contagio y que eso haga que el virus siga mutando. Otros epidemiólogos y biólogos subrayan que la evolución del virus es prácticamente impredecible. “No vamos a conocer las características de las nuevas variantes hasta que aparezcan”, admite Martínez Gatica.

¿Qué medidas deben mantenerse y cuáles son prescindibles?

Además del cubrebocas y las vacunas, Martínez Gatica sugiere mantener el lavado de manos y el uso de alcohol gel. “Tener las manos limpias hace la diferencia para incidir en casi cualquier enfermedad y es una costumbre que debe prevalecer”, asegura. Hay otras que no han demostrado tener efecto contra el coronavirus, pero que siguen siendo bastante comunes, como el uso de tapetes sanitizantes y arcos o atomizadores “desinfectantes”. “No son eficaces y se pueden eliminar”, sentencia. La toma de temperatura para entrar a ciertos lugares es otra medida cuestionada porque no todas las personas con el virus tienen fiebre y por la ausencia de controles de ingreso a partir de lo que marcan los termómetros. “La verdad yo nunca he visto que a alguien no lo dejen pasar por su temperatura, no son muy eficaces tampoco”, dice la epidemióloga. Su recomendación es evitar grandes aglomeraciones y priorizar actividades al aire libre, donde se ha demostrado que los riesgos de contagio son menores que en espacios cerrados.

¿Y ahora qué sigue? ¿La nueva normalidad se parece a lo que ya estamos viviendo?

“Creo que tenemos mala memoria y en cuanto digan que ya se acabó la pandemia, vamos a volver a lo mismo, mucha gente va a buscar sentirse liberada y va a dejar de usar el cubrebocas”, pronostica. Martínez Gatica no se muestra muy optimista de que las lecciones aprendidas en la pandemia perduren, no solo en cuanto a la prevención de enfermedades, sino en el impacto ambiental. Da el ejemplo del home office o el teletrabajo, que ha sido adoptado en algunos sectores, pero también ya se ha olvidado en otros. “Hay también otras pandemias que se han olvidado, que siguen presentes con menos casos, pero de las que ya no se hablan tanto”, refiere. La especialista empuja por mantener en la discusión pública la salud de la población y que los especialistas visibilicen esos casos y busquen maneras de atenderlos mejor. Más de 35 millones de mexicanos no tenían acceso a la salud en 2020, el año que empezó la pandemia, según el Coneval.

¿Qué hay del covid largo?

“El covid largo es el nuevo reto”, afirma Martínez Gatica. Muchas personas que se han contagiado de coronavirus han desarrollado diferentes problemas en su cuerpo: en los riñones, en el corazón, en los músculos, en los pulmones, de salud mental. La lista de síntomas es larga. Hasta agosto del año pasado, antes de que se dispararan los contagios por ómicron en el país, el Instituto Mexicano del Seguro Social atendió a 178.000 pacientes con secuelas de covid, pero muchos especialistas advierten de la carga que el covid persistente puede representar para el sistema de salud y del camino que aún queda para conocer el impacto de las secuelas en el largo plazo. Muchas personas que tuvieron covid también han batallado para encontrar un diagnóstico preciso de lo tenían. “Me parece sumamente importante que los profesionales de la salud sepan reconocerlo y lo tengan presente, porque si no, no se puede diagnosticar”, afirma la especialista. “Y claro, después del diagnóstico, hay que tratarlo”.

¿El fin de la pandemia está cerca?

“Hay que tomar en cuenta que, en la historia de la humanidad, las pandemias suelen durar entre tres y cinco años”, explica Martínez Gatica. “Nosotros ya llevamos dos años, cada vez falta menos”, sostiene la especialista, que recuerda que ha habido avances científicos sin precedentes como el desarrollo de vacunas en muy poco tiempo. “Tal vez y solo tal vez, este podría ser nuestro último año en pandemia”, asevera, subrayando que por ahora es solo una posibilidad. “Todavía hay que esperar”, insiste la especialista.