“El Conejo” habló en el juicio de García Luna sobre asesinatos y secuestros que ordenó, pero lloró cuando le mostraron fotos de su mansión
El narcotraficante colombiano Harold Mauricio Poveda Ortega, alias “El Conejo”, que trabajaba en México para el Cártel de Sinaloa, rompió en llanto durante una sesión de este miércoles del juicio contra el exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, al ver unas imágenes de su antigua mansión.
“El Conejo” —vestido con traje oscuro y camisa— respondió las preguntas de la fiscalía y habló de los asesinatos que ordenó, secuestros e incluso relató con detalles cómo fue torturado y humillado por agentes de la Policía Federal. Sin embargo, se derrumbó cuando proyectaron en una pantalla de la sala imágenes de su casa en México y sus animales salvajes.
“Es mi casa. Era mi casa”, dijo el narco con la voz entrecortada y mientras se limpiaba las lágrimas con una mano.
Las imágenes mostraban a sus tigres, sus leones y un mono, cuyos nombres “El Conejo” iba enumerando según aparecían en un video sobre su casa, a la que los medios se refirieron en su momento y él la recordó como “la mansión de la fantasía”: “Una casa que hice a mi gusto, a mi imaginación, una casa muy bonita”, dijo.
“El Conejo” fue detenido en México en 2010, era considerado como el mayor proveedor de cocaína del Cártel de los Beltrán Leyva. La casa está situada en la Ciudad de México, en Desierto de los Leones.
En su testimonio, Poveda Ortega, también aseguró que trabajaba para Arturo Beltrán Leyva, líder del Cártel de los hermanos Beltrán Leyva, y que formó parte del Cártel de Sinaloa hasta que una guerra interna estalló en 2008.
“El Conejo”, que está en libertad condicional en Estados Unidos en espera de que se dicte sentencia, es un testigo de la fiscalía contra García Luna, acusado por narcotráfico.