El crimen organizado deja al menos 14 muertos en diversas colonias de Reynosa

Hombres armados que viajaban en varios coches han sembrado el terror la tarde de este sábado en Reynosa (Tamaulipas) repartiendo tiros a diestro y siniestro hasta acabar con la vida de, al menos, 14 personas. Los primeros disparos sonaron en la colonia Almaguer, donde cayeron siete personas sin vida. Estaban en un domicilio de una de las avenidas de esa zona. El mismo grupo armado asesinó poco después a un hombre en la colonia Obrera, según reportan los periódicos locales, alguno de los cuales elevaba la cifra a 30 muertos. Después abatieron al propietario de una tienda de abarrotes, donde los tiros alcanzaron también a un cliente. En la colonia del Bienestar, acabaron con la vida de otras tres personas, quienes se oponían a dejar la furgoneta en la que viajaban, según el diario Reforma. El enfrentamiento contra fuerzas policiales dejó otra persona sin vida. Algunos reportes indican que de los choques con los agentes resultaron más muertos.

Finalmente, la policía detuvo un automóvil cuyo conductor llevaba en la cajuela a dos mujeres y se incautó varios vehículos y dos armas.

Reynosa por momentos se convierte en una ciudad sin ley. Fronteriza con Estados Unidos, la economía fluye en enormes tráileres de un lado a otro, pero también es tierra asediada por los oscuros negocios del narcotráfico. Es paso de inmigrantes, quienes se convierten en presa fácil del crimen organizado, que los somete a secuestros a cambio del poco dinero que tienen cuando sus vidas no acaban en una masacre que sacude los cimientos del país, como ocurrió con los 72 de San Fernando (2011) o los 19 guatemaltecos calcinados en Camargo en febrero. Son varios los carteles que se mueven en el Estado.

Este sábado, las armas han vuelto a sonar en Tamaulipas, dejando un número de cadáveres aún sin determinar. A los que hay que sumar otros tres en días anteriores, que se encontraron en distintos puntos, dos hombres y una mujer con evidentes signos de violencia criminal.

Tamaulipas atraviesa una crisis política que dura meses, después de que el gobernador, Francisco García Cabeza de Vaca, se atrincheró en la sede del Gobierno para impedir la detención dictada por un juez en un proceso de lavado de dinero. Estados Unidos también ha solicitado su detención, a la que se opone la Fiscalía estatal. Aunque de momento un juez federal le ha dado la suspensión provisoria de la orden de aprehensión, el asunto continúa a la espera de una resolución judicial definitiva. En plenas elecciones, el presidente de Morena, Mario Delgado, denunció por redes sociales que hombres con armas largas les habían intimidado cuando viajaba con otros políticos en una furgoneta por Matamoros. “Lamentamos la situación de violencia en este Estado”, dijo entonces.