Alemania vuelve a imponerse y deja a España en su crisis

La Unión Europea (UE) aleja la recapitalización directa bancaria hasta, por lo menos, 2014. La medida, según expertos, perjudicará a España y otros países europeos que se encuentran en problemas.

La canciller alemana, Angela Merkel, aseguró este viernes que «no va a haber ninguna recapitalización directa» para la banca española. En la cumbre europea Berlín destacó que el arranque de la supervisión bancaria es prioritario y constituye un requisito insalvable para la aprobación de otras iniciativas. Así, tras horas de discusión, los veintisiete países de la UE cedieron en sus posiciones para lograr un pacto sobre la supervisión bancaria de las entidades de la zona euro.

“Se impone Alemania y además se impone garantizando los intereses de los bancos alemanes que en el caso español, al menos, son los que tienen mayores compromisos y a los que la banca española les debe más dinero”, señaló José Antonio García Rubio, secretario de economía de Izquierda Unida.

“Esta es la victoria de Alemania y crea una situación muy difícil para España y para otros países europeos porque la deuda  no será deuda privada sino que se transformará en deuda pública que el Estado tendrá que respaldar”, agregó.

En su opinión “sin duda, la perdedora de la cumbre es España”. Rajoy «no ha conseguido defender los intereses nacionales con suficiente fuerza porque está más identificado con Merkel que con las posiciones que pueda defender en este caso Francia”, que en la cumbre instó a la celeridad de la recapitalización de la banca.

La prima de riesgo de la deuda soberana comenzará a subir, los bancos y empresas españolas en el extranjero tendrán que afrontar más dificultades de financiación, vaticinó el analista.

¿División entre países centrales y periféricos?

“Hay una contradicción entre los países centrales de la UE, es decir de Alemania y todos sus aliados, y los países periféricos”, recordó García Rubio.

La viabilidad del euro, de acuerdo con el profesor, está en cuestión si no se resuelve la divergencia de intereses entre países principalmente exportadores de bienes industriales y de capital, como en el caso de Alemania, y países receptores de esos mismos bienes.

Asistiremos “a episodios más difíciles e inquietantes en la evolución de la UE”, predijo.

“Alemania se encasilla en la defensa de una política de austeridad y de recortes», y se niega rotundamente a que el Banco Central Europeo intervenga para reducir la presión de los mercados sobre las deudas soberanas de algunos países del bloque y la inestabilidad financiera. Todo ello ”hace que las dificultades de España, Italia y los países que hoy están en riesgo aumenten notablemente y puedan ser objeto de especulación en los mercados internacionales”, concluyó.