El decálogo de la vergüenza

Itinerario Político – Por Ricardo Alemán | La siguiente es una selección de perlas que debieran avergonzar no sólo a la democracia mexicana y a los que se dicen demócratas, sino a políticos, gobernantes y, en general, a la clase política toda. Y es que se trata de la confirmación de que en la política mexicana muchas cosas están podridas.

1) Dice el ex gobernador Andrés Granier —a través de sus abogados— que la orden de arraigo ejecutada por la PGR en su contra “fue una celada”. Ahora resulta que para el jefe de la pandilla que saqueó el dinero público de Tabasco, aplicar la ley es “una trampa”. Con esa lógica, si mañana se decreta congelar sus cuentas y las de su pandilla, seguro argumentará que se trató “de un asalto”. No, la verdadera celada es la del ex mandatario priísta de Tabasco que intentó negociar la aplicación de la ley a cambio de espejitos. Cuando no salió el tiro, se dijo enfermo. Y no será por mucho tiempo, ya que Arturo Núñez se juega su paso a la historia y el caso Granier bien vale una reforma.

2) En la Suprema Corte el hedor ya es insoportable. Algo apesta cuando reputados ministros amparan no sólo a un asesino confeso sino a un probado narcomenudista y cuando niegan el amparo a un empleado bancario al que en su empresa discriminan por ser portador de VIH. El asunto no es menor, sobre todo una vez que quedó probado —con el escándalo Cassez— que la justicia tiene precio y que los ministros votan a modo. Peor, cuando el ministro Góngora Pimentel exhibe de qué están hechos algunos juzgadores. ¿Cuántos de los que hoy “imparten justicia” en la SCJN son iguales o peores que Góngora?

3) Líderes venales de la CNTE ordenan plantones, vandalismo y bloqueo de carreteros para mantener sus privilegios y prebendas. Y cuando ocurre un accidente como el que se produjo durante la semana en Michoacán —un camión cargado con 60 toneladas de chapopote y sin frenos arrastró la caseta de peaje y mató a siete maestros— los líderes venales ordenan vandalismo, plantones y bloqueo de carreteras, porque dicen que “el gobierno” mató a sus compañeros. Queda claro, los dueños de la CNTE ya no sólo comandan grupos de secuestradores, sino que ahora asesinan a sus compañeros. ¿Y la educación, y los miles de niños sin clases, y el futuro de millones de niños pobres condenados a la ignorancia? A nadie importa.

4) Un puñado de vándalos financiados y protegidos política, económica y jurídicamente por la mafia Bejarano-Padierna volvió a lo suyo: el vandalismo durante la conmemoración del halconazo de 1971. Apalearon a policías, intentaron matarlos y cuando fueron detenidos acusaron al gobierno de represor. A su vez, sus patrocinadores los victimizaron al pregonar que son presos políticos, en tanto los sectores duros de “las izquierdas” —AMLO y Batres— acusaron a Peña Nieto de iniciar una campaña contra el gobierno de Miguel Mancera. Y si no es suficiente para desatar la risa loca, diputados bejaranistas de la ALDF se alistaban ayer a pagar la fianza de los vándalos que pronto estarán de vuelta en lo suyo: el vandalismo a sueldo. ¿Así o más claro?

5) Y a pesar de que todos vimos a los vándalos que pretendieron matar a policías —nomás porque sí, porque así se los ordenan sus patrocinadores— la cada vez más desacreditada Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal y su “botarga” presidente salió con la chabacana declaración de que “la policía no actuó a tiempo”. Lo cierto es que si hubiera actuado el ómbudsman capitalino habría dicho que la policía se excedió. En todo caso queda claro que la “botarga” de la CDHDF es brazo administrativo de la mafia Bejarano-Padierna.

6) Hace años, cuando Luis Donaldo Colosio era candidato presidencial, un priísta de cepa era su secretario particular. Su nombre: Alfonso Durazo. Mataron a Colosio y —luego de que según las malas lenguas desapareció mucho dinero— Durazo se afilió al PAN y se hizo secretario particular del presidente Fox, con todos los negocios que ello implica. Durazo traicionó a Fox y se hizo incondicional de Andrés Manuel López Obrador, quien lo hizo diputado. Hoy Durazo dice: “El PAN y el PRI son coyotes de la misma loma y recurren a las mismas tropelías con el único propósito de hacerse del poder”. De risa loca o, si se quiere, el retrato de cuerpo completo.

7) El PAN no sólo perdió el poder, no sólo perdió su ideología y la brújula —en tanto partido constructor de ciudadanos y democracia—, sino que perdió la vergüenza y el decoro. Hoy, el panista que quería ser presidente, y el panismo que dice representar al ex presidente Calderón —el señor Ernesto Cordero y su grupo político-— está metido en una cloaca de la que no termina de salir estiércol. Y es que los señores Madero y Cordero nunca han peleado por el partido, por su ideología, doctrina y por su futuro. Y menos por sacar de la pobreza a millones de mexicanos. No, la vulgar pelea es por 200 millones de pesos. Y el vergonzoso espectáculo debe tener ruborizado a Gómez Morín en su tumba. Y conste que Cordero quería ser presidente.

8) Durante todo un mes, un puñado de pillos del SME mantiene bloqueada la calle de Bucareli, en pleno centro de la ciudad de México. Y como buena mafia, reclama legalizar el chantaje y la extorsión. Eso sí, golpean a todo el que pasa y les hace mala cara, insultan a las mujeres que se atreven a cruzar por el lugar, roban los comercios circundantes, han depredado la zona y amenazan e insultan por redes sociales a todo el que no comparte su mafioso proceder. ¿Y la autoridad, sea estatal, municipal o federal? Los daños a la zona y a los vecinos son millonarios. A nadie le importa, esa mafia es intocable porque la protege AMLO.

9) Durante más de medio siglo, la izquierda mexicana censuró severamente que con su mayoría aplastante en el Congreso, el PRI se convirtió en tapadera de todo tipo de transas y tramposos. Hoy, la izquierda es mayoría en la ALDF y todos los días solapa, con su mayoría aplastante en el congreso del DF, las transas y los tramposos del gobierno del DF. El más reciente escándalo —luego de que con su mayoría cambio el Código Penal para exonerar a los vándalos al servicio de Bejarano— es la impunidad que le brinda al pillo director del Instituto de Vivienda del DF, Raymundo Collins: herencia de Marcelo a Mancera, que ya cuesta caro al GDF. ¿Y la congruencia de la izquierda? En el bote de basura.

10) Siguen matando candidatos a puestos de elección popular, pero nadie dice nada. Por eso la pregunta: ¿a quién servirán los alcaldes o diputados que queden en los lugares donde se mató o retiró a un candidato? Calladitos se ven más bonitos.