El Papa Paco

GRILLOTINA de Marco Antonio Flota | A estas horas ya debe haber sido entronizado el nuevo Papa, allá en Roma. Y es tiempo de preguntarnos si los mexicanos nos referiremos a él con su nombre oficial, Papa Francisco, o si, confianzudos como somos, le llamaremos con los diminutivos que acostumbramos aplicar a sus tocayos: Pancho o Paco.
Desde luego, sería inapropiado llamarle Papa Pancho, porque algunos de los Panchos célebres de este país no fueron modelo de buena conducta. Una larga lista que podría abarcar desde Pancho Villa, quien se casó varias veces por la Iglesia, hasta Pancho Barrio, aquel secretario de la Contraloría en el gabinete de Vicente Fox, quien prometió meter a la cárcel a muchos peces gordos, pero no capturó ni a un charal. (Chente tuvo en sus manos a un Pejelagarto, pero le perdonó la vida)
Alguien dirá que sí se le puede llamar Pancho al nuevo Pontífice, porque tuvimos a un Panchito (I. Madero), que no fue Papa, pero sí apóstol de la democracia. O por Los Panchos, que cantaban como los ángeles. Sin embargo hay que recordar que tenían comportamientos borrascosos (especialmente el “Güero” Gil, quien hacía maravillas con las manos cuando tocaba el requinto. Así se llama a una variedad de guitarra, no es albur).
Aparte de que a la palabra Pancho se le suele dar connotación despectiva. Por ejemplo: “El nuevo Papa es Francisco; don Norberto también aspiró, pero hizo un pancho”.
Llamarle Papa Paco tampoco parece muy apropiado. Claro que tenemos al seráfico -ex sacristán de doña Beatriz en San Lázaro- Paco Rojas, quien todos los días exclama desesperado: “¡Hágase la luz!”, cuando ocurre uno de los múltiples apagones de la Comisión Federal de Electricidad, que él dirige. Pero en la misma CFE hubo un líder amante del lujo y el derroche, Francisco Pérez Ríos, apodado “Paco el Elegante” para equipararlo con célebre carterista de su tiempo. (Paco Pérez Ríos tuvo muchos años como su chofer a La Güera, alias “don Leonardo Rodríguez Alcaine”, quien después manejó también a la CTM… y la desbieló)
Definitivamente Papa Paco no es adecuado. Porque además trae a la mente un viejo chascarrillo: Cuentan que en un pueblo de España había un tipo que había embarazado a la mitad de las mujeres y, para disimular, le llamaban el “Pacorro”, pero en realidad era el párroco.
Así que ni Paco, como Malgesto, aquel gran locutor, pero célebre por sus parrandas. Ni Pancho, como Sahagún Vaca, el atrabiliario segundo del Negro Durazo y, probablemente, pariente de la señora Martita, pues también era michoacano.
Lo más apropiado, entonces, será que llamemos al nuevo heredero del trono de San Pedro, simplemente Papa Francisco. Nombre que, aparte, él ha elegido porque quiere seguir el ejemplo de San Francisco de Asís, santo varón que hablaba con los animales. Y le decía “Brother Fox” al hermano zorro, cuando le hablaba en inglés. (No es alusión a ningún ex presidente, mentes venenosas)
Así, Papa Francisco, debe haberle dicho el presidente Enrique Peña Nieto al invitarlo a venir de visita a México, en fecha próxima.
Y quizá acepte la invitación, pues le daría oportunidad de entrevistarse con don Carlos Slim, porque al Banco del Vaticano le urge un préstamo para equilibrar sus finanzas. O firmar con el dueño de Telmex un convenio para rehabilitar la ya muy deteriorada Basílica de San Pedro.
(La de Guadalupe le quedó muy bonita al señor Slim)
¡RRIINNGG!
-Bueno, el PAN…
-¿Dijo el senador Javier Lozano que en el PAN impera la comadriza?
-No: La madriza….
EPIGRILLO
Habló Deschamps en evento
de Expropiación Petrolera.
O sea no habrá, lamento,
expiación petrobrera.