La pobreza, el gran reto que enfrentará Rosario Robles

Además de poner en paz al país y regresar a los militares a sus cuarteles, posiblemente la tarea más difícil y necesaria sea la de atacar la pobreza con tanta intensidad que, por lo menos, disminuya la desigualdad en que viven los que todo lo tienen y los que nada tienen.

-En México se encuentra el municipio más pobre del mundo, Cochoapa El Grande, encallado en la montaña de Guerrero, y entre los analistas internacionales sobre la marginación consideran que la hambruna en el país persiste entre las más graves de Latinoamérica y ese problema de salud se debe, principalmente, a las políticas públicas erráticas de los gobiernos panistas.

Rosario Robles Berlanga, mujer enjundiosa, que encabeza la Secretaría de Desarrollo Social, tiene, posiblemente, el encargo más difícil del nuevo gobierno, especialmente en lo que se refiere a los adultos mayores que recibirán un apoyo económico de esa dependencia y que, –en la actualidad, son 10 millones 100 los hombres y mujeres de más 60 años, quienes representan el nueve por ciento de la población total del país. De esos, más de siete millones viven en la pobreza y entre ellos más de 800 mil en la marginación extrema, que significa no poder comer más que una vez al día, vivir en casas de pisos de tierra y vestir harapos.

Sesenta y cinco millones de mexicanos padecen algún grado de pobreza, que puede ir desde el hambre hasta la falta de algún satisfactor esencial para la vida que puede ser vestir, calzar, educación, salud y de la diversión, ni hablar, porque los pobres sólo pueden divertirse viendo a los ricos pasarla bien.

-Entre 1969 y 1973, hice un recorrido por todo el país, poniendo especial interés en los sectores más desvalidos de la población. Entonces escribí el libro «México amargo», cuya décima octava edición ya prepara la editorial Siglo XXI. Entonces la pobreza era gravísima, pero hoy es insoportable y se ha convertido en un barril de pólvora con todo y mecha que cualquiera puede encender.

* Vivimos una crisis de civilización

-Para que Rosario Robles tome nota, que lo sabe de sobra pero le sirva para recordárselo, la profesora emérita de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, Juliana González Valenzuela, en una entrevista que le hice, en referencia al descuido en que se tienen a los adultos mayores me dijo:

«Vivimos en una crisis de civilización, porque el progreso de la vida moderna vino a dislocar las estructuras en que habíamos vivido, donde los viejos tenían siempre un lugar relevante dentro de sus familias y comunidades y ahora es lo contrario, porque así como crece exponencialmente la población de estas personas, decrece el respeto, el cuidado y la atención que merecen», me dijo.

-Son tantas las carencias para la mayor parte de los mexicanos, que necesariamente se tiene uno que preguntar de dónde saldrá el dinero para darle a los adultos mayores la pensión que ya les ofreció el presidente Enrique Peña y que conforma el punto seis de las 13 primeras acciones de su gobierno.

La dimensión del problema nada más que de los adultos mayores, puede medirse aproximadamente en las cifras siguientes, de los 10 millones 100 personas mayores de 60 años, tres millones, por necesidad urgente, aún trabajan y se hallan dentro de la Población Económicamente Activa, pero de ellos cerca de dos millones laboran en el sector informal, sin sueldo fijo, sin seguro ni prestaciones y sólo uno de cada cinco recibe una pensión.

Por esta situación, la investigadora González Valenzuela calificó como un signo de «barbarie» el hecho de que los ancianos en México, además reciban de sus parientes maltratos, desprecio y marginación en el seno familiar.

Rosario Robles se está encontrando este problema porque en México viven cinco millones 375 mil mujeres mayores de 60 años, según cifras del INEGI, de las que el 30 por ciento son jefas de familia y un poco más de 17 mil viven con algunos de sus padres.

* Políticas públicas erráticas

La pobreza tiene a México atrapado en su enorme telaraña. En el análisis «Políticas selectivas contra la pobreza» en los 125 municipios más marginados de la nación la estrategia denominada 100×100 por el gobierno de Calderón no obtuvo la capacidad requerida para cumplir con las nociones efectivas de colaboración entre representantes del Gobierno federal, los locales, grupos del sector productivo y de la sociedad. Esta estrategia es el conjunto de acciones realizadas por el gobierno nacional para reducir la violencia mediante seis ejes rectores: Educación, salud, generación de ingreso-productividad, infraestructura social básica, mejoramiento de la vivienda y medio ambiente.

Patrañas discursivas del calderonismo que tiene que poner en orden Rosario Robles para que los estados participen en el diseño y la implementación de programas sociales y se establezca una auténtica coordinación que permita el cumplimiento de metas y fortalezca la débil estructura intergubernamental que Calderón le heredó a Peña Nieto. La estrategia 100×100 no sirvió. Es rígida, basada en mandatos por decreto y convenios que no toman en cuenta las dinámicas, prioridades y poder relativo de los actores institucionales involucrados.

Se gastaron en el combate a la pobreza miles de millones de pesos, que redituaron un mínimo aumento en la calidad de vida de los pobres. Entre ellas, la falta de acceso a los servicios de salud se redujo de 44 millones 800 mil a 31 millones 800; la carencia de seguridad social pasó de 71 millones de personas a 68.3 millones. La escasez de servicios básicos en la vivienda bajó de 21.1 millones, a 18.5 millones. En tanto, el rezago educativo disminuyó de 24.1 millones a 22 millones y la carencia de acceso a la alimentación pasó de 23.8 millones a 28 millones.

-Para usar palabras de la propia Rosario Robles, tiene uno que reconocer que no hay democracia que resista 65 millones de pobres ni cifras como las que hemos mostrado sobre la marginalidad.

Empero, el ambicioso proyecto para combatir la pobreza del presidente Peña Nieto no se concreta a resolver la situación precaria y desprotegida en que viven millones de ancianos. La Sedesol tendrá que realizar una cruzada nacional contra el hambre que, según la investigadora de Ciencias Biológicas del Instituto Nacional de Nutrición, Blanca Rosa López Castro, «existe en México una desnutrición profunda y lastimosa en gran parte de la población».

* Urgente frenar alza de precios y mejorar salarios

Para combatir el hambre, se requieren caminos para llegar a las comunidades más apartadas, electricidad para llevar los aparatos necesarios, teléfonos para estar en contacto con el país y un grupo de auténticos apóstoles que enseñen a los desvalidos que no tienen una tortilla que llevarse a la boca a ser personas productivas, a creerles fuentes de trabajo no a dar por misericordia, sino a cambio de esfuerzo.

Rosario Robles tiene una gran carga sobre los hombros. En lo personal, creo que hará un gran papel para resolver los problemas de los desheredados del país, porque durante su gobierno en el Distrito Federal se vio que esa inquietud forma parte de su ser, de su vida diaria y de su proceder. –Para combatir la pobreza se necesita frenar el alza de precios, mejorar los salarios y crear más y mejores empleos. Para que se vea el deterioro que hay en México, que daña directamente a los pobres, tiene que señalarse que de los 42 productos de la canasta básica, durante el gobierno de Calderón subieron más del 100 por ciento y algunos, como el frijol, hasta el 200 por ciento. En cambio los salarios aumentaron el 28.2 por ciento. En 2006 se requería 16 días de trabajo de ocho horas para adquirir la canasta básica. Ahora, se requieren 27 días y ocho horas. Para igualar salarios con precios se requeriría un incremento urgente de los sueldos del 66 por ciento.

-Rosario Robles, además de capaz, buena política y mujer dedicada al servicio social, necesitaría ir a tomar algunas clases con Merlín el mago, para cumplir con su misión. Y hasta la próxima semana, en este mismo espacio.

manuelmjejido@hotmail.com