Obama-Romney: Inmigración calienta segundo debate
La reforma migratoria apareció hoy finalmente en un cara a cara entre los candidatos a la Presidencia de EE.UU., en el que el mandatario Barack Obama retrató a Mitt Romney como un político más radical con los inmigrantes que George W. Bush, y el republicano acusó a su rival de incumplir sus promesas.
Obama y Romney se enfrentaron en su segundo debate de la campaña electoral hacia la Casa Blanca en un evento celebrado en la universidad Hofstra de Hempstead, en el estado de Nueva York, y en el que se expusieron a las preguntas de un público compuesto por votantes indecisos.
Una mujer, Lorraine Osario, fue la encargada de poner encima de la mesa la cuestión migratoria que hasta ahora había quedado relegada al olvido.
Si bien ambos candidatos coincidieron en afirmar que eran necesarias reformas legales sobre inmigración en EE.UU. y se mostraron dispuestos a combatir con dureza a los criminales en situación ilegal, sus diferencias fueron muy superiores a los puntos en común.
Obama arremetió contra Romney por su idea de «autodeportación», algo que para el demócrata va más allá de las políticas migratorias perseguidas por George W. Bush y mostró a su contendiente como una persona favorable a la ley de Arizona que criminaliza a los inmigrantes indocumentados.
«Él llamó a la ley de Arizona un modelo para la nación. Parte de lo que dice la ley de Arizona es que los agentes podrían parar a personas porque aparentan que podrían ser trabajadores indocumentados», apuntó Obama.
Romney, que trató de aclarar su postura frente a la «autodeportación», aclaró que solo estaba a favor de otro aspecto de esa normativa que «indica que los empleadores podrían determinar si alguien está aquí ilegalmente».
«No vamos a rodear a 12 millones de personas indocumentadas, ilegales y sacarles del país. En lugar de esto, haremos que la gente haga su propia elección», dijo Romney sobre su propuesta de «autodeportación».
«Si ellos (los inmigrantes) no pueden lograr los beneficios aquí, que puedan tomar una decisión e irse a otra parte donde tengan más oportunidades», comentó el republicano, algo que para Obama se explicaría haciendo la vida de los irregulares «tan miserable» que tuvieran que irse.
Romney, por su parte, aprovechó el tema migratorio para presentar a Obama como alguien incapaz de cumplir sus promesas, habida cuenta de su proyecto de reforma migratoria que jamás vio la luz.
El presidente de EE.UU. aclaró que hizo «todo lo que pudo» para sacar adelante la medida pero que se encontró con el bloqueo del Congreso.
«Es muy difícil para republicanos en el Congreso apoyar una reforma migratoria integral si quien lleva su estandarte ha dicho que no es algo que le interese apoyar», explicó Obama, quien insistió en su interés en «arreglar el sistema».
Obama no escondió que durante sus cuatro años en el poder ha habido más policía de frontera que en todo la historia del país y que el flujo migratorio irregular es «realmente el más bajo» de los últimos 40 años.
El aspirante demócrata a la reelección reiteró su interés en facilitar el acceso a la ciudadanía para los jóvenes criados en EE.UU. en situación irregular y que se sienten estadounidenses en todo «excepto en que no tienen papeles», al tiempo que señaló que Romney declaró en las primarias republicanas que vetaría el «Dream Act», ley que favorecería esa medida.
El republicano se manifestó favorable a «dar visas a gente que se gradua con habilidades» que necesita EE.UU., personas de todo el mundo con «licenciaturas acreditadas en ciencias y matemáticas».
«Deberíamos asegurarnos de que nuestro sistema legal funciona», insistió Romney que se negó a garantizar una «amnistía para aquellos que han venido aquí ilegalmente» y apostó por un sistema de verificación que permita controlar que los empleadores que contraten a personas sin papeles sean sancionados.
«No daré licencias de conducir a aquellos que hayan venido aquí ilegalmente, como el presidente haría», dijo Romney quien sí se mostró más abierto a normalizar la situación de los hijos de familias indocumentadas.
«Esos niños, creo que deberían tener un camino para convertirse en residentes permanentes de los Estados Unidos», afirmó el candidato republicano quien se enfrentará en las urnas con Obama el próximo 6 de noviembre.