Tronar el pacto y tumbar a Peña

Por Ricardo Alemán | Sólo los ingenuos, los que son parte interesada de la mafia magisterial de las gemelas perversas de la CNTE y el SNTE o –de plano–, los que no quieren ver, se creen el cuento de que detrás del conflicto magisterial de Guerrero, Oaxaca y Michoacán están “la felicidad de los niños” y “el bienestar de los maestros”.

No, si queremos ser serios tendremos que reconocer que –a pesar de lo complejo del conflicto magisterial–, lo cierto es que detrás de la declaratoria de guerra lanzada por una parte del SNTE, y la CNTE toda –contra la reforma constitucional en materia educativa–, existe un potente ingrediente político, muy lejano al interés educativo.

Más aún –y a riesgo de parecer exagerado–, se podría decir que la reacción gansteril de parte del magisterio, a una reforma educativa aprobada en tiempo récord y con el consenso de todas las fuerzas políticas, más bien parece un intento desesperado por reventar el Pacto por México –que es el mayor éxito político del naciente gobierno del PRI–, y tratar de debilitar y hasta tumbar a Peña Nieto.

¿Y por qué existiría un grupo político interesado en reventar el Pacto y hacer fracasar al gobierno de Peña Nieto? La respuesta es elemental. Porque el futuro electoral de cualquier aspirante a la presidencia, en 2018, depende del éxito y/o el fracaso de Peña Nieto. Y si aún tienen dudas, sólo basta revisar la estrategia empleada por AMLO y por Marcelo Ebrard, entre otros, contra el gobierno de Calderón.

Sí, si queremos ver la realidad de esa guerra, reconoceremos que en muchos flancos, AMLO y Marcelo reventaron –literalmente–, al gobierno de Calderón. Pero claro, no entendieron que le hicieron el trabajo sucio a Enrique Peña Nieto, quien resultó ganancioso. Hoy AMLO y Marcelo pretenden repetir la dosis empleada contra Calderón, ahora contra el gobierno de Peña Nieto. Lo malo para su causa es que se equivocan de nueva cuenta, ya que Peña Nieto no es Calderón.

Pero regresemos al principio. ¿Por qué no creemos que detrás de la reacción locuaz, ilegal y provocadora de la CNTE y de las secciones del SNTE en Oaxaca y Michoacán esté el interés de la educación y la mejora en la calidad educativa de los maestros? De nueva cuenta la respuesta resulta elemental. Porque en los últimos 30 años la CNTE y el SNTE en esas entidades sólo han medrado con el cuento de la educación –sin cumplir con el objetivo básico que es la enseñanza–, para obtener beneficios sin límite.

Y es perfectamente entendible y natural que los pillos de la CNTE y los malandrines del SNTE –mal llamados maestros–, se comporten como energúmenos cuando defienden sus prebendas, beneficios y canonjías. Se convierten en “hombres verdes” porque la reforma educativa acaba con sus privilegios y porque pretende obligarlos a trabajar. Y claro, no se transforman en defensores de “la felicidad de los niños” y menos de la “calidad educativa”, porque eso nunca les ha importado. En realidad les vale madre.

¿Alguien conoce a un pillo, mafioso, ladronzuelo o malandrín que, sin protestar, deje sus beneficios? No, y por eso la mafia magisterial está dispuesta a todo. Pero aquí viene lo interesante. Resulta que en el caso del conflicto magisterial se juntan la defensa de los privilegios de los dizque maestros, con la perversidad política de grupos como Morena y de políticos como AMLO y Marcelo Ebrard, que tienen en la mira al Pacto y al gobierno de Peña.

Y luego de agitar ese apestoso potaje, de salpimentarlo con la toma de preparatorias de la UNAM, con la crisis de la patouniversidad Autónoma del DF y de plantones y bloqueos de carreteras, el resultado es una crisis social capaz de hacer temblar y hasta tumbar a gobernantes blandengues, como los de Guerrero, Oaxaca y Michoacán.

Pero la mafia de la CNTE y los pillos del SNTE juegan con fuego. Por lo pronto, ya existe una demanda penal contra los líderes que bloquearon por más de 10 horas la México-Acapulco; ya el Gobierno federal apretó tuercas en los gobiernos y los congresos de Guerrero y Oaxaca. Y lo que viene es la segunda fase del “Elbazo”. Y es que los pillos del SNTE y la CNTE debieran darse cuenta que ya rebasaron la línea de la tolerancia política. Ya pusieron en riesgo la viabilidad política, económica y social de Guerrero, Oaxaca y Michoacán. Y claro, el poder del Estado “es cabrón”, como le dijo Valentín Campa a Joaquín Hernández Galicia, antes del “Quinazo”. Al tiempo.

EN EL CAMINO.

Aquí adelantamos la primera baja en la estratégica Comunicación Social del Gobierno federal. Ya cayó el vocero de Turismo. Lo malo es que salieron de Guatemala para entrar a “Guatepeor”. Los genios.

(Aut. Manuel Cabrera)