Un informe de la ONU señala que 200 millones de personas podrían abandonar sus hogares por culpa de las condiciones climáticas de aquí al año 2050

El tema de los refugiados climáticos está inscrito en la agenda política internacional.La Asamblea General de las Naciones Unidas, ha examinado un informe que invita a la comunidad internacional a “reconocer que la migración es una parte de la solución a los desafíos mundiales del medio ambiente. Frente a los millones de siniestrados que el cambio climático puede provocar, el texto afirma que “la soberanía territorial no debería ser nunca un obstáculo permanente a la migración”.
Esta llamada no proviene de alguna ONG, sino del comisario especial de las Naciones Unidas para los derechos de los migrantes, François Crépeau. Es el primer informe oficial presentado por el jurista canadiense que ocupa este puesto desde agosto del 2011. “La elección del tema es significativo: subraya que, en un futuro cercano, serán las migraciones climáticas las que pueden poner la cuestión de los derechos humanos en entredicho”, afirma François Gemenne, encargado del Instituto de desarrollo sostenible y de ralaciones Internacionales (IDDR), y especialista de las migraciones ligadas al medio ambiente.
Según los investigadores, hasta 200 millones de personas podrían verse obligadas a abandonar sus hogares por culpa de las condiciones climáticas de aquí al año 2050. Es una cifra que hay que tomar con precaución: los migrantes del clima son tan difíciles a contar como de identificar. Algunos huyen de las catástrofes naturales, otros abandonan sus tierras afectadas por una lenta degradación del medio ambiente. La mayoría migran en el interior de sus propios países, una parte de ellos atraviesan las fronteras, las migraciones son a veces permanentes, a veces temporales…
Estas circunstancias vuelven inaplicables a las víctimas del clima las categorías jurídicas actuales que distinguen entre migrantes económicos voluntarios, refugiados internacionales perseguidos y desplazados internos. ¿Hay que inventar un nuevo estatuto? “En primer lugar los Estados deben sobre todo poner en marcha unas políticas nacionales y regionales para facilitar la migración interna e internacional. asegurando la protección de las poblaciones que son a menudo económica y políticamanente más vulnerables”, según Crépeau.
No es seguro que los gobiernos estén dispuestos a participar en esa cooperación, ya que la cuestión de las migraciones son tratadas desde una óptica defensiva y de seguridad. En ese contexto, “las consecuencias de este informe dependerán mucho del peso que el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, desearía darle”, opina François Gemenne.
Algunos países empiezan sin embargo a ocuparse de la cuestión: el 2 de octubre, suiza y Noruega han lanzado en Ginebra la Iniciativa Nansen, que pretende definir de aquí a 2015 un programa de protección de los refugiados climáticos. Australia, México, las Filipinas y Kenya se han adherido a la iniciativa.