El rector de la UAT y los vuelos de placer

ANTONIO ROSARIO ***Observatorio*** No dejan de correr versiones y rumores en torno a los manejos corruptos del rector de la UAT, Guillermo Mendoza Cavazos, arremetiendo contra la administración de esta universidad con todo el desprecio a la ética y a la 4T que en Tamaulipas dicta Américo Villarreal Anaya.
La licencia con patente de corso que Mendoza Cavazos ha otorgado a un grupo de mafiosos para que continúen enriqueciéndolo a él y enriqueciéndose ellos, y manipulando a la UAT como una veta de oro, misteriosamente nadie la interrumpe.
En ese espacio de corrupción y engaño los trabajadores de la universidad trascienden que las bitácoras de vuelo de las dos aeronaves (Cessna 402 C y Beechcraft King Air) se volvieron información incierta y desconocida. Casi “clasificada”.
Los hechos revelan que el móvil es ocultar una diversidad de trayectos aéreos que Mendoza Cavazos lleva a cabo en asuntos no oficiales sino en viajes de placer a diferentes partes del país y el extranjero.
Gente que se encuentra cercana al rector designado por CDV y a sus secuaces, insisten que la UAT, con la actual “administración”, no tiene remedio, pues se ahoga en una red de simulaciones y saqueos.
Se creyeron aquello de que Tamaulipas era un confín olvidado, tierra de nadie y frontera de desastres. La pura ley de la selva.
La única respuesta racional y urgente es la salida de quien funge como rector si no se quiere ver en breve, por la bomba de tiempo que esa camarilla representa, a una universidad en franca demolición moral, académica y financiera.
Son muchos millones de pesos los que se rumora irán al grupo panista provenientes de la tesorería de la UAT para la campaña presidencial y las otras candidaturas concurrentes de 2024.
Un grupo político y experimentado afín a la 4T debe tomar pronto las riendas de la UAT y reconstruir las circunstancias adversas que tampoco serán fáciles de remediar en el corto plazo.
Pero que se agravarán en escenarios permanentes si no se defenestran a todos esos sujetos a los que nadie cree hayan construido una inesperada y súbita alianza con el gobierno estatal morenista.
Un grupúsculo de “funcionarios universitarios” a los que la política para principiantes señala que nunca se debió, ni se debe, confiar en ellos por su afición al robo y a la búsqueda permanente de impunidad.
antoniorosarioh@hotmail.com