En Tamaulipas se jodieron las campañas
Antonio Rosario – La pasión por la política y la competencia democrática han sido desplazadas por la frivolidad, el chisme y un millón de pendejadas que nunca nos imaginamos veríamos un día.
No sé cuánto tiempo llevan hablando del tal “Makito” y de sus “rebeldías”, júrelo que al rato “hazañas”, contra las autoridades que le cerraron el paso a la reelección de la Presidencia de Reynosa.
Lo único que bien se sabe es que a todo el pueblo de Tamaulipas lo tienen bien mamado con tanta estupidez.
Dejó de existir el incipiente caleidoscopio de una democracia mexicana que una vez emocionó al electorado, ahora mutada en una lúgubre y verdulera carpa de circo.
Izquierda, centro o derecha, y todas sus variables, nadie plantea nada.
Los candidatos menos proponen una urgente reconciliación, entretanto a Tamaulipas se lo carga el diablo.
Hasta el momento las campañas son puro teatro lastimoso.
Y la política electoral se volvió tan güevonacomo su hermana siamesa, la sandez.
Son tan graves las cosas que ni por error divierten estas campañas, lo que alcanzaría la misericordia de la inteligencia.
Todo es impudicia y criminal pérdida de tiempo.
Y nada hay que enriquezca la conciencia ciudadana.
Se jodieron las campañas. Y se acabaron los candidatos.
¿Ahora son puros engendros?
