Irving tiene un problema muy serio
Por Antonio Rosario – El fiscal general de Justicia de Tamaulipas, Irving Barrios Mojica, es un personaje que transmite seriedad y sensatez.
Toda la clase política le endosa el patrocinio de Francisco García Cabeza de Vaca, cuyo antecedente no ha sido obstáculo para que Irving deje de estar siempre “en sus 13”, según diría Camilo José Cela.
Sin embargo, el fiscal tiene un problema muy serio.
Un problema que puede pasar de serio a grave.
Está pecando de confiado y tolerante con el corrupto de Miguel Gracia Riestra, para que a su vez este “vicefiscal” que cobra sin hacer nada, encubra a su escolta Adelfa Chiprut Rocha, quien desde hace mucho tiempo viene perpetrando una decena de graves delitos en los que si la ley se aplicara ya hubiera sido despedida de la FGJT, y confinada en el Penal de Tamatán.
Esta mujer criminal, de la que el Juzgado Tercero Familiar a cargo de Luis Gerardo Uvalle Loperena está recibiendo pruebas graves en su contra, no debería estar en esa dependencia donde los paradigmas justicieros no han podido instalarse.
La guarura del corruptísimo Miguel Gracia Riestra sigue ahí, delincuente, impune, majadera y desafiante de mandatos judiciales, como si los propósitos torcidos fueran la meta del actual Gobierno de Tamaulipas.
Coludirse y encubrir a una delincuente a la que tres expedientes abiertos en la misma Fiscalía, de hace más de un año, la acusan formalmente, y nadie les mete mano, mucho menos investigan los delitos denunciados, son la prueba contundente de que algo se pudre en esas instancias.
Y más si esto se trata de que la vida de un niño de 2 años está en riesgo.
Ese es un problema muy grave para el fiscal Irving.
Y mi consejo es que deje de hacerle al cuento o que evite que Miguel Gracia le siga viendo la cara.
¿O acaso no pueden controlar a una loquita que anda colocando bombas adentro de la Fiscalía?
Volver al pasado donde la procuración de justicia era sólo una mentada de madre para los tamaulipecos, una tortura, y un nefasto alejamiento de la justicia no debe tener lugar.
No permita don Irving, que la Fiscalía siga como el sujeto del desastre, de la impunidad y de infiernos que en su momento también lo van a perseguir a usted.
Fájese los pantalones, pida las carpetas de investigación y usted mismo entérese y convénzase de que los criminales que aquí acusamos son de verdad.
Y se lo quieren llevar entre las patas.