8 datos horribles sobre cómo funciona Facebook explicados por una antigua empleada de la compañía

La semana pasada, el Wall Street Journal comenzó a airear algunos secretos internos de Facebook. Esos secretos fueron revelados por una informadora llamada Frances Haugen. Haugen acaba de conceder una entrevista al programa 60 minutos en la que explica con más detalle cómo Facebook intoxica la sociedad.

Frances Haugen, de 37 años, trabajó como Gerente de Producto en el Equipo de Integridad Civil de Facebook, que era precisamente el departamento responsable de frenar la desinformación y los bulos sobre política estadounidense. La compañía decidió disolver ese equipo en diciembre de 2020. Semanas más tarde tuvieron lugar los altercados violentos del seis de junio en el Capitolio de Washinton. Haugen dimitió en abril de 2021 y pidió ayuda a Whistleblower Aid, una organización sin ánimo de lucro que proporciona ayuda legal a las personas que deciden denunciar a empresas o instituciones sospechosas de actividades ilegales.

Desde entonces, Haugen ha filtrado decenas de miles de páginas de documentos de Facebook e incluso se ha comprometido a testificar en el congreso. La ex-empleada ha presentado al menos ocho quejas ante la SEC (La comisión de comercio encargada de regular la manipulación del mercado) en las que alega que Facebook miente sistemáticamente a sus accionistas sobre sus productos.

Básicamente, lo que Haugen dice en su entrevista a 60 minutos es que hay un conflicto de intereses brutal entre lo que es bueno para Facebook y lo que es bueno para la sociedad. “Lo que quiero que la gente sepa es que Facebook es mucho más peligrosa de lo que la gente cree, y cada vez es peor”, explica. A continuación os ofrecemos un extracto de las revelaciones más preocupantes que ha hecho esta informadora durante su entrevista.

El algoritmo de Facebook muestra a los usuarios contenidos que causen enfado de forma intencionada

Facebook elige mostrarte cosas que te pongan de mal humor. La razón es que los contenidos negativos generan más interacciones, y las interacciones es lo que Facebook usa para generar ingresos. “Sus algoritmos internos muestran contenido que inspire odio, división y polarización porque es más fácil provocar ira en la gente que inspirar otras emociones. Facebook se ha dado cuenta de que si cambia e algoritmo para que sea más seguro la gente pasará menos tiempo en la página, hará clic en menos anuncios y por tanto generará menos ingresos.”

Facebook es mucho peor que otras redes sociales

Cuando hablamos de redes sociales a menudo metemos a todas en el mismo saco, pero Haugen, que ha trabajado en Pinterest y Google antes de llegar a Facebook, asegura que no hay punto de comparación. “He visto ya muchas redes sociales y lo que he visto en Facebook es sustancialmente peor que todo lo que he visto antes”.

Facebook disolvió el departamento que luchaba contra la desinformación política en Estados Unidos

Cómo explicábamos arriba, Haugen pertenecía a un equipo que combatía la desinformación y los bulos sobre política. La compañía disolvió ese equipo poco después de las elecciones.

“Nos dijeron que iban a disolver Integridad Civil y fue como: ¡oh! ya hemos pasado las elecciones y no ha pasado nada. Podemos prescindir de ese equipo. Poco después tuvo lugar la insurrección del Capitolio.

Los partidos políticos europeos han comenzado a hacer propaganda negativa por Facebook

Uno de los documentos hechos públicos por Haugen revela que las diferentes fuerzas políticas europeas han comenzado a hacer anuncios negativos porque son la única forma de obtener interacciones en Facebook. “Básicamente saben que hacer ese tipo de anuncios es malo para la sociedad, pero si no adoptan posiciones negativas no logran nada en redes sociales”, explica la informadora.

Facebook solo logra regular una mínima fracción de las noticias falsas y los contenidos de odio que circulan por la red

Un estudio interno de Facebook revela que la red social solo logra identificar entre un 3 y un 5% del contenido de odio, y apenas un 1% del contenido que incita a la violencia. Pese a ello, los ejecutivos de la compañía creen que lo están haciendo muy bien. De hecho, y a tenor por las declaraciones hechas por un portavoz de Facebook a Gizmodo sobre este asunto, la culpa parece ser de Internet: “Si algún estudio hubiera logrado identificar la solución a este tipo de retos, hace tiempo que la sociedad ya hubiera implementado esa solución”.

Instagram está haciendo la vida miserable a niños y adolescentes

Facebook es dueña de Instagram. Según documentos filtrados por Haugen, la compañía sabe que el 13,5% de las niñas asegura que ver Instagram empeora sus ideas de suicidio. El 17% asegura que la red social en imágenes empeora sus desórdenes alimenticios.

“Lo trágico de los propios estudios de Facebook es que prueban que cuando las mujeres jóvenes consumen contenidos que empeoran sus desórdenes alimenticios se deprimen, y esta depresión las lleva a consumir más y más contenidos de ese tipo. Eso las mete en un bucle en el que odian su cuerpo cada vez más”, explica Haugen.

Por supuesto, Facebook tiene otra opinión al respecto. Lena Pietsch, directora de comunicación sobre nuevas políticas explica lo siguiente a Gizmodo:

“Hacemos estudios internos para hacernos preguntas difíciles y averiguar la mejor manera de mejorar la experiencia para los adolescentes tanto en Instagram como en nuestras otras aplicaciones. No es cierto que nuestros estudios internos demuestren que Instagram es tóxico para las adolescentes. De hecho, el estudio demuestra que muchas adolescentes sienten que Instagram las ayuda con los sentimientos y problemas que los adolescentes siempre experimentan. El estudio reporta experiencias tanto positivas como negativas en redes sociales.”

Los empleados de Facebook no son perversos. Tienen incentivos perversos

Haugen asegura que no hay malas personas trabajando en Facebook. “No hay mala gente trabajando en Facebook. Lo que hay son incentivos perversos. Facebook hace más dinero cuando consumes más contenido, y cuanto más los expones a la ira, más tiempo interactúan y más contenido consumen.”

Lena Pietsch no lo ve de esta manera. “Proteger a nuestra comunidad es más importante que maximizar nuestros beneficios. Decir que hacemos caso omiso a las respuestas de nuestros usuarios es ignorar inversiones como las 40.000 personas que trabajan en seguridad y en las que hemos invertido 13.000 millones de euros desde 2016.”

La desinformación y las noticias falsas son aún peores fuera de Estados Unidos

Si usas Facebook desde otro país distinto de Estados Unidos es muy probable que te sometas a contenidos falsos con mucha más frecuencia. ¿La razón? El idioma. “Cada nuevo idioma cuesta más dinero, pero para menos clientes potenciales”, explica Haugen. A resultas de ello, Facebook no se molesta en contratar a más gente o en desarrollar la IA para que cubra esos idiomas, sino que deja la desinformación campar a sus anchas. “Lo que Facebook está haciendo en otros países es horrible. En otras partes del mundo la desinformación está llevando directamente a que haya gente que muera.”

Haugen reveló que el departamento encargado de luchas contra la prostitución y la esclavitud sexual apenas tiene un puñado de investigadores. “Me gustaría saber por qué no se contratan más, pero Facebook actúa como si fuera imposible ampliar estos equipos.”

Un informe publicado en 2020 por el Centro de Derechos Humanos de NYU / Stern recomendaba a Facebook duplicar el número de moderadores para combatir el discurso del odio y la desinformación en sus redes. También recomendaba hacer a estos empleados fijos en nómina en lugar de usar colaboradores externos.


La situación de Frances Haugen es, cuanto menos, delicada. Su abogado John Tye, que es experto en trabajar con informadores, explicaba a 60 Minutes que se supone que la ley protege a las personas que deciden trabajar con el SEC revelando este tipo de datos. “El acta Dodd-Frank creó una oficina del informador dentro del SEC. La ley especifica que ninguna compañía puede prohibir a sus empleados comunicarse con el SEC o compartir documentos internos con esta administración.”

Tye se muestra optimista, pero una cosa es hablar con el SEC y otra muy diferente es filtrar documentos a la prensa. Casos como el de Chelsea Manning no permiten tener una idea muy positiva acerca del trato que Estados Unidos suele dispensar a los chivatos.