Esta extraña espiral en los cielos del Pacífico ha desconcertado a los aficionados a la astronomía

Los objetos voladores no identificados han dado pie a todo tipo de historias a lo largo de los años. Muchos siguen sin tener una respuesta de lo que se veía en los cielos, y en otras ocasiones la ciencia lo tenía claro. Lo ocurrido el pasado 18 de junio sí podría tener respuesta.

El evento tuvo lugar en los cielos de Nueva Caledonia y Vanuatu en el Pacífico suroeste alrededor de las 6 pm. Varios testigos vieron y fotografiaron la imagen de portada, una hermosa pero desconcertante espiral que parecía desplegarse en el cielo. En una publicación de Facebook actualizada desde entonces sobre el informe, la Association Calédonienne d’Astronomie (ACA) decía lo siguiente:

Varios testigos en Yaté, Thio, La Tontouta y en Vanuatu vieron este extraño fenómeno. No tenemos explicación, pero estamos lejos de ser especialistas en este tipo de fenómenos. Según nuestra investigación inicial, el único fenómeno similar pero aún más dramático es la Espiral de Noruega en 2009.

Aquella espiral que contaban en el post también fue un extraño espectáculo observado en el extremo norte del país durante unos 10 minutos. Sin embargo, entonces se descubrió que la exhibición era el resultado de un lanzamiento de misiles ruso que salió mal.

Se cree que el misil Bulava, que fue confirmado por el gobierno ruso como la fuente de la espiral, resultó dañado y provocó que los gases de escape apuntasen en el ángulo incorrecto. Esto llevó al misil a girar con una caída, arrojando fuego que creó la enorme espiral.

Volviendo al caso ocurrido el pasado 18 de junio, la ACA finalmente encontró la más que posible explicación. Según explican en la página de Facebook:

Jonathan McDowell, un astrónomo estadounidense que enumera todas las maniobras y lanzamientos orbitales en el planeta, confirmó que se trataba de la segunda etapa de un cohete chino Long March 2C, que despegó el 18 de junio a las 06:25 UTC desde el centro de lanzamiento de Xichang, con 4 satélites a bordo. Después de completar su misión, la etapa habría expulsado su combustible (UDMH y peróxido de nitrógeno) para pasivar, es decir, [evitar que explote] en órbita debido a la presión residual en los tanques. Es este fenómeno lo que se ha observado.

De hecho, se trataba de la segunda espiral de este año. La primera, vista en mayo, surgió a los 30 minutos del lanzamiento de un cohete despegando desde el mismo lugar con los mismos parámetros.