«En Michoacán sí hubo narcoelección»: Cristóbal Arias

No es que el gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, esté exento de intervenir en el proceso electoral con una maquinaria que chocó con la federal, “disponiendo de brutales e insultantes recursos, algo jamás visto…”. Pero el mandatario estatal tiene razón: “Fue una elección irregular, viciada y con grupos criminales intimidando y amenazando” a candidatos y ciudadanos, sostiene Cristóbal Arias Solís.

El michoacano, veterano de los partidos de izquierda, advierte en entrevista con Proceso sobre la necesidad de una anulación en el contexto del desencuentro motivado por las acusaciones del gobernador perredista, Silvano Aureoles, sobre una narcoelección, que ha sido respondida por el dirigente de Morena, Mario Delgado, apuntando a la presunta corrupción del mandatario estatal por la que, anticipa, irá a la cárcel.

Ese cruce de declaraciones subió de tono a lo largo de la semana pasada y llegó a la conferencia de prensa presidencial el jueves 24, cuando Andrés Manuel López Obrador fue cuestionado al respecto, exigiendo al gobernador que presente pruebas:

“No tenemos información y lo más importante es que se presenten pruebas porque, si no, son noticias sensacionalistas, amarillistas, y de eso ya hay bastante.”

En 2018 Cristóbal Arias llegó al Senado por Morena, pero en diciembre pasado, inconforme por la conducción de la dirigencia de Mario Delgado en el proceso interno para elegir candidato al gobierno de Michoacán, decidió abandonar las filas del partido fundado por López Obrador, para contender por una nueva formación política, Fuerza por México, una postulación en la que, desde muy temprano, identificó y acusó la intromisión de grupos de civiles armados a favor de candidatos de Morena.

Arias Solís asegura que al inicio del proceso electoral informó a Ricardo Monreal lo que estaba ocurriendo. Lo hizo con él, sostiene, porque tienen una relación personal y política.

Había precandidatos amenazados por civiles armados para abandonar la contienda a fin de no fragmentar el voto por Morena; uso de programas sociales y federales. Quería que el líder de la bancada morenista informara al presidente López Obrador porque, lo que sucedía en Michoacán, contravenía todo lo que ha planteado el presidente.

“No sé si (Monreal) lo informó. Lo que sí sé es que todo siguió igual”, dice.

También le hizo saber a la dirigencia de Fuerza por México que a varios precandidatos los disuadieron de participar a base de intimidaciones hasta llegar al periodo de campañas sin candidatos en varios distritos. Las amenazas consistían en ordenarles dejar las postulaciones porque fragmentaban el voto de Morena y que no debían ir así a la competencia.

“Desgraciadamente no hubo eco, también se lo dije a la dirigencia nacional, a Gerardo Islas y también a Pedro Haces, que hablaran con la secretaria de Gobernación, con los consejeros del INE, que hubiera una mesa al más alto nivel para que se analizara distrito por distrito y municipio por municipio, tanto en gastos como en injerencia de grupos criminales.”

“Narcoexgobernadores”

Desde mediados de mayo, Arias Solís acusó que Morena estaba “infestado de narcoexgobernadores”, una declaración que apuntaba directamente a Leonel Godoy Rangel (2008-2012) y a Jesús Reyna García (2013), ambos acusados en sus respectivos periodos de proteger a los llamados “Caballeros Templarios”.

Pasada la elección, Arias orientó sus observaciones a los datos duros: la coalición PRI-PAN-PRD ganó la mayoría de distritos federales, locales y ayuntamientos. Pero perdió la gubernatura por una votación inusual en el distrito 1, con cabecera en Lázaro Cárdenas, así como en municipios de Tierra Caliente.

El gobernador Aureoles tiene razón, advierte: “Él lo dice interesadamente. Ellos ganaron diputaciones federales, locales y presidencias municipales. Así entra la duda de que esa alianza gana todo y en un distrito se concentra el voto con el que pierde la gubernatura, ahí está la maniobra, que se anule ese distrito”, dice, refiriéndose al espacio territorial que comprende el distrito federal I, con cabecera en Lázaro Cárdenas.

En efecto, la coalición Va por Michoacán (PRI-PAN-PRD) ganó ocho de 12 distritos federales; 12 de los 24 locales, así como tres en los que fueron en alianza parcial; es decir, 15 distritos frente a nueve que obtuvo Morena aliado con el PT. En tanto, solos o en coalición, ganaron 47 ayuntamientos frente a 29 de PT-Morena, que se suman a dos de este último en solitario; un total de 31 presidencias municipales.

El distrito federal 1, donde ganó Leonel Godoy por Morena, empata geográficamente con dos distritos locales, el XXII con cabecera en Múgica, en la Tierra Caliente, y el XXIV con cabecera en Lázaro Cárdenas. La votación es atípica en ambas.

Un caso destacado es el resultado electoral en La Huacana, territorio donde diversos reportes oficiales han ubicado como cacique criminal a Miguel Ángel Gallegos Godoy «El Migueladas». Las 50 casillas electorales en ese lugar registraron una votación atípica en la que se pueden observar resultados como el de la sección 573, casilla B1: 578 votos a favor de Morena, contra 12 del segundo lugar. En todas las casillas el resultado fue de tres cifras contra una o dos cifras de sus oposiciones.

En Lázaro Cárdenas, sostiene Arias, los grupos de civiles armados tomaron las casillas y el resultado es atípico:

“Ni Cuauhtémoc Cárdenas sacó tantos votos, ni López Obrador en 2018. Ahí, como candidato a diputado federal, los obtiene Leonel Godoy y el candidato emergente de Morena (Alfredo Ramírez Bedolla), con 15 días de campaña”.

Aureoles ha apuntado también a esos distritos, a la relación familiar del candidato emergente Alfredo Ramírez Bedolla –hoy gobernador electo– con el exalcalde perredista de Aguililla, Adalberto Fructuoso Comparán, tío político de Ramírez Bedolla, así como a Godoy. Ambos han negado relación con grupos delictivos.

Aureoles anunció que denunciará inclusive en instancias internacionales lo ocurrido.

Arias, por su parte, sostiene: “Es lo que yo estuve diciendo, pero eso no quiere decir que el prianrredé haya actuado con manos limpias; por supuesto que de la parte que hubo más anomalías fue de Morena, con todo el aparato federal, cada delegado federal anduvo pidiendo que votaran por Morena, le hablaban a mi propio equipo, para convencerles de irse y algunos aceptaron por dinero y posiciones. Unos y otros, en estos dos bloques que han polarizado la política, derrocharon dinero que no puede ser exclusivamente de las prerrogativas”.

Senador por el Frente Democrático Nacional (1988-1991), fundador del PRD en 1989, por el que incluso fue diputado federal (1991-1994) y volvió al Senado (1994-2000), Arias ha sido tres veces candidato a gobernador, las dos primeras en 1992 y en 1995; abandonó el perredismo en 2016 para integrarse a Morena, que lo postuló senador en 2018 y, una vez garantizado su escaño, su nombre se barajó como uno de los candidatos a presidente de la mesa directiva que recayó inicialmente en Martí Batres.

Afirma que siempre supo que ésta, su tercera postulación a la gubernatura de Michoacán, era testimonial. Y, ante lo vivido, insiste en que es su deber hacerlo público y del conocimiento presidencial: “Esa cuestión le afecta al presidente, se tiene que saber y que se deslinde. Hoy, todo lo que dije se ha confirmado: esa es la realidad, fue una elección viciada que se debiera anular, convocar a extraordinaria y garantizar limpieza. Si no se puede garantizar limpieza y seguridad en algún distrito o municipio, entonces que no haya elección ahí. Yo creo que no está dicha la última palabra…”, concluye.