Política migratoria, pandemia y acuerdo T-MEC: los temas de López Obrador y Biden en su primera videoconferencia

Los mandatarios de México y EE.UU. se manifestaron a favor de «una migración ordenada, segura y regular».

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y su homólogo estadounidense, Joseph Biden, dialogaron este lunes sobre la pandemia del coronavirus, los lazos comerciales entre las dos naciones y la política migratoria.

«Estados Unidos y México son más fuertes cuando estamos juntos«, dijo Biden durante la primera videoconferencia con López Obrador.

El mandatario estadounidense apuntó que existe una «historia larga y complicada» entre las dos naciones, y pese a los desencuentros entre vecinos, aseguró que EE.UU. y México avanzan cuando trabajan juntos, ya sea al enfrentar los desafíos de la frontera común o controlando la pandemia.

Respeto a la soberanía

Asimismo, Biden afirmó que EE.UU. tratará a México como un «igual». Al respecto, el presidente estadounidense recordó que el 60 % de los hispanos en el territorio son de ascendencia mexicana.

Sobre el trato igualitario entre pares, López Obrador coincidió en mantener el respeto a la soberanía de los dos países.

«Estoy muy agradecido porque usted está dispuesto a que mantengamos buenas relaciones. Nos conviene por el bien de nuestros pueblos», dijo el presidente mexicano.

López Obrador expresó a su homólogo estadounidense que era fundamental «mantener las buenas relaciones y dialogar sobre asuntos bilaterales periódicamente».

Además de los 3.180 kilómetros de frontera común, el mandatario mexicano recordó que las dos naciones están unidas por la economía, el comercio, la cultura, la historia y «la amistad entre nuestros pueblos«.

Economía

Los mandatarios también abordaron los beneficios del tratado comercial firmado entre México, EE.UU. y Canadá, conocido como T-MEC.

«Nuestra vecindad nos va a permitir desarrollarnos mejor en estos tiempos. Integrarnos como se ha hecho con el tratado, que América del Norte se complemente en lo económico, en lo comercial, nos va a fortalecer», dijo López Obrador.

En una declaración conjunta, los presidentes de México y EE.UU. reafirmaron su compromiso con el T-MEC como «motor de la prosperidad y los derechos laborales de América del Norte».

Además, los mandatarios acordaron fortalecer «la resiliencia y la seguridad de las cadenas de valor binacionales«. En esta materia, anunciaron un diálogo económico de alto nivel para dar seguimiento a estos objetivos.

Previamente, la Casa Blanca destacó que el T-MEC podría ser la «columna vertebral» de la recuperación económica de Norteamérica, además de generar empleos.

Pandemia

Los jefes de Estado dialogaron sobre las acciones en conjunto para enfrentar la pandemia del coronavirus, incluyendo las restricciones impuestas hace casi un año al tránsito terrestre no esencial en la frontera común, como una medida para frenar los contagios.

Desde el 21 de marzo de 2020, México y EE.UU. acordaron la suspensión de los viajes con fines turísticos o recreativos en la frontera terrestre entre ambos países.

Este lunes, los presidentes de México y EE.UU. expresaron su acuerdo para responder de manera conjunta a la pandemia de covid-19. En este sentido, se comprometieron a mejorar «las capacidades de salud pública, el intercambio de información y el desarrollo de políticas fronterizas».

López Obrador adelantó la mañana del lunes que plantearía a Biden la posibilidad de que México acceda a algunas de las vacunas contra el covid-19 que son fabricadas en territorio estadounidense.

Sin embargo, durante el transcurso del lunes, la vocera de la Casa Blanca, Jen Psaki, aclaró que la Administración de Biden no considera compartir parte del suministro de vacunas contra el covid-19 con la nación latinoamericana.

«El presidente [Biden] ha sido claro que su foco está en asegurar que la vacuna sea accesible a todos los estadounidenses, ese es nuestro foco. El siguiente paso es la recuperación económica», dijo Psaki en conferencia de prensa.

Las dos naciones ocupan el primer (EE.UU.) y tercer sitio (México) de los países con más decesos confirmados desde el inicio de la pandemia del coronavirus.

Hasta este lunes, EE.UU. contabiliza más de 28,6 millones de casos confirmados de covid-19, con un saldo de 513.510 víctimas fatales. Por su parte, el país norteamericano ha aplicado el esquema completo de vacunación a 25.466.405 personas, según recoge el Instituto Johns Hopkins.

En tanto, México registra más de 2,08 millones de contagios de covid-19 y 185.715 fallecimientos por esta enfermedad, hasta el cierre del domingo 28 de febrero. Además, la Secretaría de Salud informó que han vacunado, con las dos dosis del fármaco, a un total de 565.423 trabajadores del sector salud.

Migración

Biden y López Obrador también dialogaron sobre la necesidad de impulsar políticas «que reconozcan la dignidad de las personas migrantes» y coincidieron en la necesidad de implementar políticas para que la migración sea «ordenada, segura y regular».

Asimismo, se comprometieron a «abordar las causas de raíz detrás de la migración regional», con el objetivo de «mejorar la gestión y desarrollar vías legales» para atender el fenómeno. Además, las dos Administraciones se plantearon la meta de combatir «las redes transnacionales de contrabando delictivo«.

El Gobierno de López Obrador ha expresado la importancia de atender las causas estructurales de la migración en el sur de México y en los países de Centroamérica. Con esta visión, impulsó el «Plan de Desarrollo Integral», como se conoce a la iniciativa firmada en conjunto con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), para promover el desarrollo en Guatemala, Honduras y El Salvador.

Desde la Casa Blanca, también destacaron este lunes, previo al diálogo entre ambos mandatarios, que EE.UU. y México comparten «una visión que reconoce la dignidad de los migrantes, así como la migración ordenada,segura y regular«.

En una de sus primeras acciones, Biden ordenó suspender el programa implementado por su antecesor Donald Trump, conocido como «Protocolo de Protección al Migrante» (MPP, por sus siglas en inglés).

Mediante esta política, las personas que llegaban a la frontera sur de EE.UU. y solicitaban asilo en el país norteamericano eran enviados a México, en donde debían esperar sus resoluciones migratorias.

El pasado fin de semana, López Obrador anunció que propondría a Biden la adopción de un programa que permita a los migrantes indocumentados, tanto mexicanos como centroamericanos, laborar legalmente en EE.UU.

Según expresó el mandatario mexicano, EE.UU. necesita anualmente  entre 600.000 y 800.000 trabajadores para hacer crecer su economía, por lo que propondría a Biden que se ordenase el flujo migratorio mediante la regularización de estas personas sin documentos.

Seguridad

Durante el encuentro virtual, se tenía previsto en la agenda que los Gobiernos de México y EE.UU. dialogarían sobre la cooperación en materia de seguridad, incluyendo la lucha contra el crimen organizado y la necesidad de detener el tráfico ilegal de armas y municiones al país latinoamericano.

En la declaración conjunta, Biden y López Obrador únicamente destacaron «la importancia de combatir la corrupción y de cooperar en materia de seguridad».

De momento, los Gobiernos de México y EE.UU. no informaron si los mandatarios intercambiaron puntos de vista sobre la Iniciativa Mérida, implementada en 2007 por los presidentes de EE.UU., George W. Bush, y de México, Felipe Calderón.

A través de la Iniciativa Mérida, el Gobierno de EE.UU. ha asignado más de 3,2 billones de dólares para la compra de equipo, armamento, capacitación y desarrollo de capacidades en las instituciones mexicanas de seguridad y justicia.

Desde el inicio de su Administración, López Obrador ha manifestado que los recursos esa iniciativa podrían ser destinados a proyectos de cooperación para el desarrollo, y no para «el uso de la fuerza», como a su juicio opera actualmente.

La cooperación bilateral en materia de seguridad había sido un tema de desencuentro entre México y EE.UU., tras la detención en octubre de 2020 del exsecretario de la Defensa Nacional de México (Sedena), el general retirado Salvador Cienfuegos.

La Agencia Antidrogas estadounidense (DEA, por sus siglas en inglés) presuntamente recabó pruebas de que Cienfuegos habría colaborado con una facción del Cártel de los Beltrán Leyva, entre diciembre del 2015 y febrero del 2017.

El caso de Cienfuegos detonó la molestia del Gobierno de México, que pidió al Departamento de Justicia de EE.UU. retirar los cargos ante la Corte del Distrito Este de Nueva York, algo que finalmente ocurrió el 18 de noviembre.

La noche del jueves 14 de enero, la Fiscalía General de la República (FGR) informó en un comunicado que Cienfuegos quedaba exonerado de cargos penales en México, ya que no encontraron pruebas que demostrasen la actividad delictiva del exsecretario.

Tras el desencuentro por el caso Cienfuegos, el Congreso mexicano aprobó una iniciativa de López Obrador para reformar la Ley de Seguridad Nacional, con el objetivo de regular el intercambio de información de agentes extranjeros con autoridades mexicanas en territorio nacional, incluyendo los oficiales de la DEA.

El pasado 8 de diciembre, López Obrador dijo que la iniciativa buscaba establecer «reglas claras« sobre la operación de los agentes extranjeros, ya que en México no existe un marco legal claro sobre cómo debe llevarse a cabo «la cooperación para el combate a la delincuencia y para garantizar la paz».

Se trata de la segunda conversación telefónica entre los jefes de Estado, tras la llamada que sostuvieron el pasado 22 de enero, dos días después de que Biden asumió la Presidencia de EE.UU.

Antes del encuentro virtual, Biden destacó que esperaba que la llamada con López Obrador fuera el principio de «una nueva fase de cooperación y progreso» entre ambas naciones.