Salinas de Gortari, otro priista que huye de México

Mientras la fiscalía mexicana busca por todo el planeta a Emilio Lozoya, los altos mandos del PRI ven con preocupación el avance de otras investigaciones. Parece ser que la élite del sexenio de Enrique Peña Nieto ha decidido no pasar demasiado tiempo en nuestro país mientras la justicia mexicana se encarga de perseguir a los corruptos. Peña Nieto y Luis Videgaray hace tiempo que dijeron adiós a una vida en México, ahora se suma Salinas de Gortari.

El expresidente priista en los noventas se la ha pasado en el extranjero en los últimos meses, dejando en claro que solamente regresará al país para eventos o situaciones especiales, siempre con la idea no pasar mucho tiempo en el país en donde personas como Gertz Manero o Santiago Nieto están pisando los talones de los grandes corruptos del pasado. Esta idea de que pueden ser detenidos no estuvo presente ni un solo momento en el sexenio del PRI.

Ahora se sabe que también Enrique Peña Nieto está retrasando su regreso al país ante la avanzada anticorrupción. El mexiquense ha sido nombrado en varios casos de corrupción, sobornos, extorsión y desvío de recursos. Salinas de Gortari también ha mostrado una actitud similar, sabiendo que el perdón por el que tanto abogó López Obrador no determina los avances de la nueva fiscalía mexicana. Señalado como el padre del neoliberalismo, el expresidente no quiere ser ligado a estas nuevas pesquisas.

Como ejemplo de sus precauciones se puede nombrar la captura de Rosario Robles, la caída de Romero Deschamps y la persecución de Emilio Lozoya. Estos tres personajes leales al priismo consideraron que seguir viviendo en México era una opción válida, después de acostumbrarse a décadas de impunidad otorgada desde lo alto del poder judicial y ejecutivo. Ahora solamente Lozoya logró escapar del país para perderse en su paso por Europa.

Además, el gobierno obradorista ha sabido jugar sus cartas. Mientras se le vino encima una crisis de seguridad con la toma de Culiacán por parte de sicarios fuertemente armados, la estrategia siempre ha sido generar una captura importante para limpiar el panorama de polémica. Es justo ahí en donde personajes como Luis Videgaray, Antonio Meade o Enrique Peña no quieren ser los siguientes. Ahora se suma la preocupación de Raúl Salinas de Gortari, un personaje intocable por administraciones anteriores.