La reforma laboral disminuirá los ingresos: expertos

La reforma a la Ley Federal del Trabajo, aprobada por la Cámara de Diputados a no satisfizo las expectativas de algunos de los analistas y expertos en materia económica. Para el Dr. José Luis de la Cruz, autor del estudio ‘2012: Los retos de México ante el cambio de Gobierno’, la iniciativa de reforma deja varias cuestiones en el aire.

Puntos clave de la reforma

El texto aprobado por los diputados regulará la subcontratación de personal o outsourcing y los contratos por prestación de servicios que a partir de ahora deberán constar por escrito.

Asimismo, el texto tipifica como delito el trabajo de menores de 14 años fuera del círculo familiar.

Establece que las empresas podrán contratar a nuevos empelados en “modo de prueba” antes de elaborar un contrato fijo o permanente e introduce, por primera vez, el permiso de paternidad.

“El marco jurídico ha quedado rebasado por las circunstancias demográficas y sociales, la legislación no contribuye a incentivar la competitividad de las empresas y seguimos teniendo prácticas sindicales poco transparentes”, afirma el Dr. De la Cruz. Asimismo, el académico critica que el texto de la reforma laboral aprobado en el Congreso de los Diputados omita establecer sanciones contra la actividad informal y las prácticas de competencia desleal, y señala que hacen falta incentivos para que los empresarios aumenten salarios.

«La reforma laboral está íntimamente ligada a la fiscal. Uno de los puntos más importantes desde el punto de vista fiscal es abaratar los costos de contratación de los empleados. Porque los salarios no son deducibles a efectos del IETU y esto está siendo muy gravoso para los empleadores”, explica Luis Carbajo, experto en práctica fiscal de Baker & Mc Kenzie.

“Creo que uno de los aspectos que esta reforma deja sin resolver es el desarrollo de sectores y regiones, que, al ser diferentes requieren incentivos especiales”, afirma De la Cruz.

Según el análisis del De la Cruz, tras la aprobación de la reforma el ingreso de los trabajadores caerá 10%, gracias a la flexibilización de los despidos, los contratos por obra, cuya consecuencia inmediata será una reducción de los contratos fijos con prestaciones de Ley. El investigador estima que medio millón de personas se sumarán al segmento de pobreza por ingresos, gracias a la reforma de la Ley Federal del Trabajo.

Contexto internacional

Las lagunas del mercado laboral nacional y el difícil contexto internacional han contribuido a crear una situación complicada en materia de empleo.

Cuando sólo 250 empresas generan el 20% del valor agregado en México, en un parque de más de cinco millones de empresas y casi 45 millones de trabajadores, la situación laboral tanto para empleadores como para trabajadores se topa con varios obstáculos.

Entre 2007 y 2012, se registraron menos de 16 mil nuevos empleadores en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), es decir, ese segmento creció a tasas inferiores del 1.5% anual.

«Los empresarios necesitan tener incentivos fiscales para cumplir con sus obligaciones y ayudar a generar una cultura de legalidad, que es algo que falta en México y explica que la base de contribuyentes sea tan escasa», señala Carbajo.

La tasa de desocupación promedio se ubicó en 4.6% entre 2006 y 2012, pero se mantuvo por encima del 5% a partir de 2009, según INEGI. En comparación con algunos países en Europa, la cifra se parece a la de Alemania (5.2%)  y Holanda (4.9%), que tienen tasas de desempleo bajas en relación a España (24%) o Portugal (14.8). El bloque del euro en su conjunto promedia un desempleo del 10.2% en 2012. Mientras que en Estados Unidos, la cifra alcanzó el 8.1% en agosto.

¿Y los salarios?

Sin embargo, de una Población Económicamente Activa (PEA) total de cerca de 45 millones de personas, que crece en un millón de nuevos trabajadores cada año, 37 millones ganan cinco salarios mínimos o menos, mientras que 28.5 millones percibe tres salarios mínimos o menos, según datos del INEGI.

22 mil 630 pesos es lo que ingresa cada al año un trabajador que gana el salario mínimo y 6.7 millones de mexicanos se encuentran en esa situación, mientras que tres millones 100 mil trabajadores no perciben ingreso alguno por su trabajo, según INEGI.

Además, los trabajadores en la economía informal aumentaron más rápido y en mayor cantidad que aquellos registrados por el IMSS. Los primeros pasaron de 11 millones y medio en 2007 a 14 millones 216 mil en 2012, según la Secretaría de Trabajo y Previsión Social.

En los últimos cinco años el desempleo creció 54%, los trabajadores con empleos precarios aumentaron en 43%, quienes trabajan sin contrato escrito  se incrementaron en 17% y aquellos que sólo ganan el salario mínimo aumentaron 20%, según INEGI.  En Nuevo León casi se duplicó la cantidad de gente que se empobrece a pesar de tener trabajo, mientras que en el D.F. este segmento creció 62% entre 2006 a 2012.

Todo lo anterior desembocó en una pérdida del 24% de la capacidad adquisitiva per cápita, si tomamos como referencia los precios de la canasta básica y las cifras del Consejo de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). Y representa un desafío que debe atajar la reforma laboral.