Paralelismos entre Abraham Lincoln y Benito Juárez

Por Carlos Paul | Si bien nunca existió un encuentro personal entre Abraham Lincoln (1809-1865) y Benito Juárez (1806-1872), ambos personajes tuvieron ciertos paralelismos respecto de su origen, carácter y trayectoria, cuya visión como estadistas marcó el devenir de sus respectivas naciones.

Ambos tuvieron un origen humilde, su integridad fue cabal en todo momento, tanto uno como otro tenían grandes dotes para la oratoria, su carácter y personalidad les permitía identificarse con la gente común y nunca permitieron que el poder los distanciara del pueblo, en contraste con los políticos de hoy, que son arrogantes. Ambos eran de principios firmes e ideas claras.

Tales fueron las coincidencias que destacaron los historiadores Ronald White, autor del volumen A. Lincoln: A biography, publicado por Random House, y Guadalupe Lozada León, en la conferencia titulada Lincoln y Juárez por fin se encuentran.

Ronald White centró su ponencia en torno a la sensibilidad y gran oratoria que poseía Lincoln, citando y analizando diversos fragmentos de sus discursos, como el anuncio de su candidatura, el 15 de marzo de 1832; el discurso en el Liceo de Jóvenes, de Springfield, el 27 de enero de 1838; algunos puntos de su discurso de toma de posesión, el 4 de marzo de 1861; así como algunas de las palabras que pronunció el 22 de diciembre de 1847, en la Cámara de Representantes, las cuales reflejaban su oposición a la guerra con México en ese año, confrontación por la cual el país, teniendo como presidente al general Antonio López de Santa Anna, perdió el territorio de Texas.

“Esta Cámara –citó White a Lincoln– desea conocer plenamente todos los hechos, para saber si ese punto de tierra en particular en el que se derramó de tal forma sangre de nuestros ciudadanos, era, o no era, nuestro propio suelo, en ese entonces”. (cursivas del autor).

White citó también algunas de las palabras de Lincoln de su discurso en la Cámara de Representantes, el 12 de enero de 1848.

El bien fundamentar

Por su parte la maestra Guadalupe Lozada León coincidió con la opinión del especialista estadunidense respecto de que Juárez y Lincoln, además de preocuparse por el bien decir, estaba, por sobre todo, el bien fundamentar.

Asimismo, hizo una semblanza de Juárez desde su origen humilde y su fuga a los 12 años, dejando atrás casa y familia, con el anhelo de aprender a leer y escribir, pasando por su titulación como abogado, que le permitió conocer a la gente y escalar puestos políticos; hasta la promulgación de las Leyes de Reforma, que marcaron el devenir de la nación con la separación del clero y el Estado, entre otras cuestiones.

De acuerdo con los datos históricos proporcionados por la Secretaría de Cultura, “si bien nunca hubo un encuentro personal de Lincoln con Juárez, entre ambos hubo una admiración mutua, ayudándose en los momentos que pudieron.

“Siendo candidato por Illinois al Senado de Estados Unidos, Lincoln envió un breve mensaje a Juárez deseándole lo mejor ‘para la libertad de su gobierno y de su pueblo’, en momentos previos al estallido de la guerra de Reforma. Asimismo, Lincoln ayudó a Juárez a preservar la integridad del territorio mexicano contra las ambiciones expansionistas al otro lado del río Bravo, al concluir la invasión estadunidense de 1847 y tras la posterior guerra de Reforma, que dejó al gobierno liberal en precaria situación económica”.