¿Quién será el nuevo Pontífice?

*El sucesor de Benedicto XVI será el 266º papa de la Iglesia católica y podría ser elegido en marzo, en un Cónclave por 120 cardenales electores. *El Vaticano puede optar por un representante latinoamericano o del tercer mundo… o volver a la línea tradicional de papas italianos. *»A veces se manejan con trivialidad los criterios con los que se plantea la elección del papa», dice el catedrático Francisco Javier Martínez Torrón.

Tras la renuncia de Benedicto XVI como Sumo Pontífice, el calendario cuenta ya los días para la elección del nuevo papa. Será en marzo cuando un Cónclave de 120 cardenales elija a la nueva cabeza de la Iglesia Católica y, por supuesto, ya han empezado las quinielas para adivinar quién será su sucesor.

Al final se manejan todos los nombres menos el de quien finalmente es elegido papa «Mi experiencia, con la vivencia de cuatro elecciones pontificias, es que excepto en la última, en la que todo el mundo decía que sería Ratzinger y al final fue Ratzinger, es que se manejaron todos los nombres menos el de que al final fue elegido papa», según el catedrático Francisco Javier Martínez Torrón, director del Departamento de Derecho Eclesiástico de la Universidad Complutense de Madrid, informa Israel Álvarez. «A veces se manejan con demasiada trivialidad los criterios con los que el Colegio Cardenalicio se plantea la elección del papa».

En su carta de renuncia, Benedicto XVI asegura que abandona por su «avanzada edad» y porque «ya no tiene fuerzas», lo cual levanta un interrogante en el Vaticano sobre la edad que debe tener el próximo Pontífice. ¿Debería darse la oportunidad a un joven como el filipino Luis Tagle, con la fuerza suficiente para intentar reactivar el catolicismo en un continente como Europa —que tiende cada vez más a abandonar la Iglesia— u optar por un cardenal veterano como el italiano Angelo Scola, que mantenga la tradición eclesiástica vaticana?

Otro criterio fundamental para la elección del nuevo papa podría ser su lugar de origen. Tras dos pontífices procedentes de Polonia (Juan Pablo II) y de Alemania (Benedicto XVI), los italianos prefieren regresar a la tradicional línea sucesoria de su país —solo cinco papas no han sido italianos desde 1455— y aquí entran nombres como el propio Scola, o incluso Gianfranco Ravasi, de 70 años y ministro de Cultura del Vaticano desde 2007. Otras voces en la Santa Sede optarían por abrir paso a un latinoamericano (como los brasileños Joao Braz de Aviz y Odilio Pedro Scherer, o el argentino Leando Sandri) e incluso a un africano, como el cardenal ghanés Peter Turkson.

Estos son los candidatos con mayores posibilidades de sustituir al alemán Joseph Ratzinger como papa de la Iglesia Católica:

Joao Braz de Aviz

 

Joao Braz de Aviz. Es brasileño, tiene 65 años y es el prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada. Históricamente se ha mostrado cercano a la Teología para la Liberación, una doctrina en defensa de los pobres y la justicia social que el propio Ratzinger condenó y tachó como «marxista» en múltiples ocasiones como responsable de la Congregación para la Doctrina de la Fe y desde el papado. Sin embargo, fue Benedicto XVI quien le nombró cardenal en 2012. Es un hombre de perfil bajo, discreto, distanciado del ala más tradicionalista de la Iglesia Católica, pero también de las posturas más extremistas de la Teología para la Liberación.  «Estuve a punto de alejarme del catolicismo», ha llegado a confesar Braz de Aviz. Ese centrismo le ha granjeado algunas críticas de los sectores más conservadores de la Iglesia, que le han llevado a tildar de «enemigo». Braz de Aviz, que ha manifestado tener 130 balas de plomo incrustradas tras un tiroteo hace 30 años, ha pedido recientemente a Europa y Estados Unidos que se bajen del pedestal y «cambien su mirada» hacia Latinoamérica.

 

Luis Antonio Tagle

Luis Antonio Tagle. Es el más joven de todos los considerados papables. Filipino, de 55 años, fue nombrado cardenal el año pasado, convirtiéndose en el segundo más joven de la Iglesia tras el cardenal Baselios Cleemis Thottunkal, arzobispo de Trivandrum. La elección de Tagle supondría un impulso enorme en la tarea evangelizadora en Asia. Muy pegado a las nuevos tiempos, tiene su propia página de Facebook; un programa televisivo llamado ‘The Word Exposed (La palabra expuesta) que cuelga en YouTube; y prefiere ir a trabajar en autobús, no en coche. En contra de su candidatura a papa se encuentra el recelo del Cónclave para elegir a Sumos Pontífices jóvenes. De hecho, se cuenta que Ratzinger le presentó a su predecesor, el papa Juan Pablo II, diciendo que «acababa de recibir su primera comunión». Pero la renuncia de Benedicto XVI tras apenas ocho años, sin embargo, también puede resultarle favorable porque podría hacer inclinarse a la jerarquía católica a buscar a un candidato que asegure un papado estable.

 

Angelo Scola

 

Angelo Scola. El cardenal arzobispo de Milán, de 71 años, es conocido por su franqueza. Es italiano, hijo de camionero y podría ser una de las principales opciones de la Iglesia para volver a la línea de Sumos Pontífices italianos, después de un papa polaco (Juan Pablo II) y otro italiano (Benedicto XVI). Es todo lo contrario a un hombre de perfil bajo. No tiene miedo a exponer sus ideas y entre sus colaboradores se le conoce como un ‘trabajoadicto’ que deja su despacho a las nueve de la noche. «Vas a comer con él y está tomando notas para su próximo discurso», decía recientemente un miembro de su equipo. En un supuesto documento llegado al Vaticano el año pasado, donde se avisaba de un complot para asesinar al papa Benedicto XVI, se auguraba que el plan incluía para la sucesión a Angelo Scola. Cardenal desde el año 2003, ha intentado tender puentes con la Iglesia Ortodoxa y con el Islam; especialmente con los musulmanes, como responsable de una fundación para promover el entendimiento entre cristianos y los seguidores del profeta Mahoma.

Marc Ouellet

 

Marc Ouellet El canadiense, de 68 años, es uno de los nombres más citados como sustituto de Benedicto XVI. En la actualidad ocupa el cargo de prefecto de la Congregación para los Obispos —en la práctica, el jefe del personal del Vaticano— y es presidente de la Pontificia Comisión para América Latina. «La gente que ha trabajado con él lo describe como amable, humilde y de ideas flexibles, capaz de escuchar a los demás», comentaba un informe de 2005 publicado por el National Catholic Reporter, donde su nombre ya sonaba como papable antes de que fuese elegido el cardenal Ratzinger. Sin embargo, ha sido siempre inflexible con el relativismo interpretativo de la Biblia. En un discurso reciente pronunciado en Madrid, Ouellet criticó la secularización creciente en Europa y su influencia en la propia Iglesia. «La crisis ha penetrado entre nosotros, y algunos han interpretado la Biblia con un cierto racionalismo, eliminando los prodigios y los milagros, multiplicando las teorías y sembrando la confusión entre los creyentes», expuso el cardenal canadiense. Su defensa de la lectura tradicional del cristianismo está a su favor. Pero su procedencia de Quebec, un área de raíces laicas, está en su contra.

Timothy Dolan

 

Timothy Dolan. Si la Iglesia está buscando a un papa carismático, su elección más clara es Timothy Dolan. Este estadounidense de 62 años, cardenal desde el año pasado, ha aportado un aire fresco al Vaticano desde su sentido del humor y su estilo extrovertido. Fue nombrado por la revista Time como «uno de los 100 personajes más influyentes en 2012». Nacido en el estado de Missouri e hijo de un ingeniero aeronáutico, Dolan es un firme defensor del celibato y del derecho a la vida «desde el útero de la madre hasta el último instante de la existencia antes de la eternidad». En su contra para ser elegido papa pesa que proceda de una superpotencia como Estados Unidos, donde el peso de la religión católica es relativo frente a la opción protestante. Su forma de ser, abierta y efusiva, también puede intimidar a la tradición vaticana, menos dada a alardes de exhuberancia.