Destruyen una antena de Starlink para ver cómo se conecta al Internet satelital de Elon Musk

El desarme del costoso aparato reveló que es básicamente un ordenador con su propio procesador y memoria RAM.
Se sabe que Starlink, el novedoso servicio de Internet de Elon Musk basado en una constelación de satélites en órbita, puede proporcionar conexiones de alta velocidad prácticamente en cualquier parte del mundo. Sin embargo, aún se desconoce mucho de la tecnología que hace esto posible, por lo que un ‘youtuber’ se propuso descubrirlo abriendo una de estas antenas.

De momento el servicio aún está en versión de prueba y solo unas pocas personas han podido tener acceso, además de que su costo es elevado. El bloguero Kenneth Keiter fue de los pocos que pudo conseguir un paquete Starlink, pero aun así decidió sacrificar su antena y desmontarla para descubrir la tecnología que esconde.

Una de las particularidades que notó en la antena es que no está diseñada para ser desarmada por lo que literalmente tuvo que destrozarla. En la parte final del video de más de una hora de duración se puede ver una red de malla hexagonal oculta bajo una capa de fibra de vidrio, cuya función sería captar las señales.

Es un ordenador

El desmontaje ha revelado varios puntos interesantes, como el hecho de que la antena Starlink es básicamente un ordenador que incluye su propio procesador ARM y una memoria RAM, que ejecuta un ‘software’ desarrollado por SpaceX. Así, todo el sistema puede ser controlado mediante una aplicación móvil.

Entre otros componentes, también se encuentran un receptor GPS que permite medir la localización exacta del dispositivo. Además, los componentes eléctricos parecen haber sido diseñados específicamente para SpaceX, sin haber usado análogos de terceros. Keiter concluye que parece ser que la compañía de Musk ha invertido mucho en este proyecto.

El servicio de Starlink tiene un costo mensual de 99 dólares más un adicional de 499 dólares por el kit de instalación de la antena para captar la señal. El proyecto cuenta en la actualidad con unos 900 satélites en órbita, que en los próximos años podrían llegar a 42.000 con la intención de brindar Internet a todo el planeta.